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DOI: https://doi.org/10.48160/18517072re52.57
Biotecnología en construcción, el papel de los
grupos empresariales en México
Marcela Amaro Rosales
*
Resumen
La biotecnología es una tecnociencia que involucra la convergencia de una
multiplicidad de actores. Dadas sus características en relación directa con la vida,
medio ambiente, economía y sociedad es fundamental estudiar las dinámicas
asociadas a cada grupo y espacio social. El objetivo de este artículo es caracterizar
y analizar el tipo de actores empresariales relacionados con la biotecnología y cómo
éstos han contribuido a la construcción social del fenómeno tecnogico en México,
específicamente, nos preguntamos ¿cuál es el discurso simbólico que han
construido dichos grupos sobre la biotecnología? y ¿cuáles son los valores, reglas y
normas que tiene cada asociación empresarial? La metodología es de corte
cualitativo e implicó el análisis de cuatro grupos organizados de empresarios de
*
Instituto de Investigaciones Sociales, Universidad Nacional Autónoma de xico. Correo electrónico:
<marcela.amaro@sociales.unam.mx>
Esta investigación ha sido financiada como parte del Proyecto PAPIIT UNAM IA300620 “Capacidades
tecnológicas, instituciones e innovación en la biotecnología agro- industrial y farmacéutica en xico”.
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biotecnología en México a través de la realización de entrevistas y observación
participante. Los resultados muestran que existen importantes diferencias entre los
grupos analizados en las construcciones simbólicas del discurso, a partir de su
posición y relevancia basada en una posición asimétrica de poder.
Palabras clave
CONSTRUCCIÓN SOCIAL BIOTECNOLOGÍA GRUPOS EMPRESARIALES
Introducción
La biotecnología moderna es una ciencia y a la vez una tecnología que implica el
desarrollo de herramientas especializadas para la manipulación y modificación de
elementos vivos: células, bacterias, plantas y animales (OECD, 1989).
Como objeto de estudio, en México ha sido ampliamente investigado desde las
ciencias sociales, quienes se han interesado en procesos como la transferencia
tecnológica, la vinculación universidad-empresa, la regulación y los derechos de
propiedad, entre otros temas (Barajas, 1991; Morales, Amaro y Stezano, 2019;
Pérez, 2016; Solleiro y Briseño, 2003). Así como la construcción de redes, la
generación de conocimiento y el impacto de la tecnología en diversos tipos de
actores sociales (Aerni, 2001; Amaro, Corona y Soria, 2009; Antal, 2008; Arellano y
Ortega, 2005; Casas, Chauvet y Rodríguez, 1992; Castañeda et al. 2014; Chauvet,
2015; Gonlez, 2018; Lazos, 2014; Massieu, 2009 y Rubio, 2010).
Sin embargo, aún es necesario profundizar en el análisis de procesos sociales
como la aceptación e integración en innovaciones biotecnológicas por la sociedad, la
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complejidad relacional entre actores, los grupos de poder, las jerarquías y el capital
social involucrado en el desarrollo cienfico y tecnológico y su impacto en los
procesos y productos innovadores, en las políticas blicas y en los marcos
regulatorios.
Dado el anterior panorama se plantea que si bien existen importantes avances
en el estudio de la biotecnología y en particular en México, es plausible integrar
análisis con marcos de referencia alternativos y/o conceptos que pueden
complementar a los estudios sobre ciencia, tecnología y sociedad. De manera que
este trabajo busca contribuir con el estudio de los grupos empresariales, los cuales
han sido escasamente investigados y cómo es que éstos se posicionan y construyen
discursos que incluyen valores, normas y reglas sobre la biotecnología.
Se plantea el análisis de la biotecnología como una tecnología en construcción,
la cual depende en gran medida de la producción de conocimiento en las
universidades, y al mismo tiempo al desarrollo y uso de aplicaciones que las
empresas hacen. Pero cabe destacar que, por las propias características de la
biotecnología, el Estado es un actor determinante ya que establece una serie de
incentivos al desarrollo deseable y barreras a lo no deseable social, económica y
medio ambientalmente. En este sentido, el papel de las asociaciones empresariales
es importante ya que la mayoría de ellas busca incidir de manera directa e indirecta
en las decisiones sobre distintos temas relacionados con la biotecnología.
Analizar la construcción social y cultural de la biotecnología implica el estudio
de diversos grupos de actores y de las dinámicas que entre ellos se dan, en
específico el tipo de participantes y la influencia que pueden tener en la toma de
decisiones en distintos niveles. Dada la complejidad metodológica que ello implica,
se ha optado por identificar a los actores relevantes y analizarlos por su asociación
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y/o filiación. El objetivo de este artículo es caracterizar y analizar el tipo de actores
empresariales relacionados con la biotecnología y cómo éstos han contribuido a la
construcción de social de dicha tecnología en México, específicamente, nos
preguntamos ¿quiénes son los actores relevantes en términos de grupos
empresariales de la biotecnología en México? ¿cuál es el discurso asociado a los
valores, reglas y normas que tiene cada asociación empresarial? Para llevar a cabo
lo anterior, se analizan cuatro grupos organizados de empresarios de biotecnología
en México a través de la realización de entrevistas y observación participante,
además del análisis hemerográfico, bibliográfico y audiovisual de cada organización.
El trabajo se organiza de la siguiente manera: en el primer apartado se
presenta una propuesta de articulación teórica basada en el análisis de actores,
reglas y normas para entender el proceso de construcción social de la biotecnología
en México. En el segundo apartado se presenta la propuesta metodológica y se
específica la selección de los actores relevantes. En el tercer apartado se retoman
las principales categorías que permiten el análisis de los cuatro estudios de caso
basados en el análisis de los grupos de empresarios biotecnológicos en México.
Finalmente se presentan las conclusiones.
La construcción social de la biotecnología: actores, reglas
y normas
1
1
La corriente teórica de la construcción social de la tecnología ha sido un referente importante para
analizar la relación entre tecnología y cultura. El trabajo seminal de Wiebe E. Bijker, Trevor J. Pinch y
Thomas P. Hughes (1987) The Social Construction of Technological Systems representa un punto de
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Usualmente se piensa a la tecnología como artefactos o construcciones físicas con
las cuales se puede interactuar de diversas maneras. Sin embargo, existen
tecnologías que van más aldel artefacto físico y que están basadas en procesos o
técnicas complejas como la biotecnología.
2
La cual consiste en la intersección y
convergencia de distintas disciplinas científicas como la biología molecular, la
ingeniería bioquímica, la microbiología, la genómica y la inmunología (Bolívar, 2004;
Trejo, 2010). Estas disciplinas permiten el estudio integral de sistemas biológicos
que abarcan desde los microbios hasta las plantas y los animales (Bolívar, 2004).
La biotecnología ha sido considerada como una tecnología paradigmática dado
que representa ventajas tecnológicas y económicas importantes, basadas en el uso
productivo de seres vivos, sus productos y partes, ya que esto permite una extensa
difusión y aplicación en muchas industrias, y particularmente en todas las
actividades productivas basadas en procesos biológicos (OECD, 1989). Las
características mencionadas han modificado a nivel internacional la concepción
partida para esta investigación ya que nos permite retomar el concepto de “grupos sociales
relevantes”, sin embargo, se pretende ir más allá de dicha teoría integrando al análisis la propuesta
teórica-metodológica de corte institucional, la cual será explicada ampliamente en el tercer apartado
del artículo.
2
La biotecnología ha acompañado al desarrollo de la humanidad y se ha complejizado con el uso de
técnicas y herramientas modernas. Actualmente se considera que existen tres generaciones de
biotecnología y la última de ellas implica diversas técnicas que van desde la recombinación del ácido
desoxirribonucleico (ADNr), hasta métodos de modificación genética como el CRISPR/Cas9 (Trejo,
2010).
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sobre la biotecnología y el posible impacto que potencialmente tiene en los espacios
científicos, tecnológicos, sociales, culturales y económicos.
Con respecto a las definiciones previas, es necesario destacar varias cosas. La
primera de ellas es que la biotecnología moderna tiene como base una técnica o
procedimiento sofisticado que permite modificar elementos de los organismos vivos
para lograr ciertos fines específicos. Y la segunda es que está compuesta por una
técnica industrial de base científica, donde dichas técnicas representan entidades
culturales de carácter abstracto: “son sistemas de acciones intencionalmente
orientadas a la transformación de objetos concretos para conseguir de forma
eficiente un resultado valioso” (Quintanilla, 2017: 47). La biotecnología es
conocimiento, habilidades, reglas e instrucciones, en síntesis, know that y know how,
lo cual se desarrolla en un contexto social específico para responder a preguntas y
problemas culturalmente aceptados (Amaro, 2020).
Desde el enfoque de los estudios de la ciencia, la tecnología y la sociedad y de
la economía de la innovación, la biotecnología mexicana ha sido un fenómeno de
análisis recurrente. Las aportaciones de dichos estudios son significativas ya que
nos han permitido identificar la distintos tipos de actores y la complejidad de las
relaciones entre estos y otros procesos asociados a la producción y uso de la
biotecnología, entre una gran diversidad de temas (Amaro y Villavicencio, 2015;
Casas, Chauvet y Rodríguez, 1992; González y Castañeda, 2008; Guzmán, 2020;
Massieu et al., 2000; Rubio, 1991; Wagner, 1998). Sin embargo, como se mencionó
previamente, poco se ha trabajado sobre los grupos empresariales en el país.
Es por ello por lo que, en este artículo se propone retomar como idea central
que la ciencia y la tecnoloa son resultado de los componentes sociales, los
intereses políticos, los consumidores, los estereotipos y la mercadotecnia (Pinch,
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2015), entre otros aspectos. Cada elemento y proceso social contribuye de distinta
manera con los resultados de la tecnología y con su forma final.
En ese sentido, la propuesta de este trabajo es integrar la idea de que la
biotecnología es producto de una cultura específica que provoca cambios
interculturales (Santos y Díaz, 2015). Más allá de la definición propia de
biotecnología, se propone conceptualizarla como el conjunto de “conocimientos,
habilidades y materiales necesario para modificar el orden de algún conjunto de
formas de energía o para lograr conversión de energía” (Adams,1983: 31 citado en
Díaz y Santos, 2015: 54 y 55). De manera que se pueda entender como una
tecnología que, a través de su control, le permite a la sociedad construir
simbólicamente significados, preguntas relevantes y soluciones necesarias.
La tecnología es adoptada y usada de manera distinta por cada grupo social
(Pinch, 2015) y su desarrollo es resultado de la toma de decisiones de los actores
involucrados en el proceso. Lo anterior significa que el desarrollo tecnológico se
construye por actores sociales, las relaciones entre esos actores, la dinámica y la
estructura de poder en que están inmersas esas relaciones. Ya que esas relaciones
de poder buscan imponer una hegemonía de significados (Díaz y Santos, 2015).
Lo anterior es sumamente relevante para el estudio de la biotecnología, porque
sin duda, aquellos que tienen la capacidad de producirla, ejercen poder sobre e
imponen significados de esta en la sociedad. Lo anterior apunta a la importancia de
estudiar grupos sociales relevantes y las interacciones dentro del grupo y entre
grupos en la lucha no sólo por el desarrollo tecnológico, sino en la prevalencia de
sus significados y símbolos frente a los de los otros y así poder establecer un
paradigma al que se circunscriban la mayor parte de los actores e influir en la toma
de decisiones.
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En el sentido aquí planteado, para poder analizar a los actores relevantes
3
,
definidos como: instituciones, organizaciones e individuos organizados y no
organizados que se identifican y se distinguen por los significados compartidos
sobre un artefacto técnico o una tecnología (Pinch y Bijker, 1984; Díaz y Santos,
2015); es necesario integrar el marco institucional ya que este nos permite
especificar dos cosas. La primera de ellas es que, a partir de la diferencia entre
institución, entendida como las reglas del juego, y organización como los jugadores
(North, 1990) se puede establecer una jerarquía que subsane las críticas hacia el
concepto de Pinch y Bijker (1984) las cuales apuntan al problema de no diferenciar
las particularidades en términos de los distintos niveles de influencia y poder de cada
grupo o actor relevante (Díaz y Santos, 2015) y en segundo lugar, la teoría
institucional permite jerarquizar a cada grupo social en su propia arena de acción y
por tanto, es posible identificar atributos y estrategias de cada organización.
Entendemos a las instituciones como sistemas duraderos de reglas y
convenciones sociales establecidas e incrustadas que estructuran las interacciones
sociales (Hodgson, 2001). Estructuras sociales que surgen a partir de la interacción
reiterada de los agentes que las constituyen, logrando equilibrios evolutivos estables
a partir de la conformación de expectativas comunes (Aoki, 2001). Esto permite
analizar a las organizaciones empresariales biotecnológicas a partir de ser
consideradas como actores que construyen reglas, que a su vez determinan su
posición y discurso simbólico sobre la biotecnología y a través de ello, logran
injerencia en mayor o menos medida en la toma de decisiones.
3
La idea de actores relevantes proviene de la categoría “grupos sociales relevantes” de Pinch y Bijker
(1984).
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Finalmente, vale la pena establecer la distinción entre reglas formales e
informales. Las primeras se encuentran codificadas en estatutos, reglamentos o
constituciones políticas, y requieren la fuerza de un agente externo para sancionar
su cumplimiento; y las reglas informales incluyen las normas, convenciones sociales
y reglas morales, cuya característica principal es que generalmente no necesitan
coerción estatal para hacerse cumplir (North, 1990). En este sentido, las reglas
informales pueden equipararse a lo que se conoce como “cultura” definida como el
conjunto de creencias, ideas, valores, reglas y pautas de comportamiento que
caracterizan a una sociedad (Quintanilla, 2017). Para esta investigación, esta
precisión es relevante ya que se considera que la cultura es el sistema de
significados que permite que un grupo dote de sentido al mundo y sepa cómo actuar
en él (Hill, 2015). Este sistema de significados fluye a través de las expectativas,
normas, tabúes, reglas, símbolos y estructuras discursivas, las cuales le permiten al
ser humano coordinarse, reproducir significados y modificarlos. En este contexto, la
tecnología permite vincular la acción social con la esfera productiva.
Lo anterior ha dado lugar a la discusión acerca del papel del denominado
empresario schumpeteriano o innovador, lo que significó reconceptualizar la figura
del hombre de negocios; caracterizándolos como individuos encargados de realizar
nuevas combinaciones, sin aversión al riesgo, dado que ese riesgo lo puede correr
el capitalista o inversor, pero sobre todo consiente de que el principio de la
economía es el proceso de destrucción creativa, lo que da lugar a un constante
movimiento técnico y tecnológico que debe concluir en innovaciones.
Esto obliga a reflexionar acerca de las características de los empresarios
biotecnológicos en México. Si bien, estos se encuentran inmersos en un sistema
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más amplio del empresariado mexicano, se pueden presentar particularidades que
moldeen las decisiones y objetivos de este subgrupo.
En este sentido, se propone el análisis de las asociaciones empresariales,
partiendo del supuesto que, como actores relevantes, comparten significados y
mbolos sobre lo que representa la biotecnología, además pertenecer a la misma
posición social o de poder en la arena de acción que participan. Lo más probable es
que no sea así, y haya diferencias entre los propios miembros de cada asociación
empresarial, pero por ahora no es objetivo de esta investigación indagar más alde
sus coincidencias como grupo social relevante.
En el siguiente apartado se ahonda más en dicha propuesta metodológica que
nos permitirá operacionalizar el marco aquí planteado con los estudios de caso.
Arenas de acción como propuesta metodológica
La propuesta metodológica de este trabajo plantea retomar el esquema de Elinor
Ostrom (2005) donde especifica que existen tres tipos de enunciados institucionales:
estrategias compartidas, normas y reglas. Este marco de análisis nos permite tratar
de manera particular al trabajo cualitativo, sobre todo a las entrevistas y la
observación participante. Cabe mencionar que esta investigación es de corte
cualitativo, resultado de la realización de veinte entrevistas, la asistencia a dos
reuniones de agremiados, documentos constitutivos oficiales de las asociaciones y
fuentes secundarias.
La proposición metodológica consiste en retomar los estudios de caso y
establecer correspondencia entre la evidencia y las variables que componen una
arena de acción. En la figura 1 se muestra el esquema metodológico en el cual nos
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basamos. Por un lado, se tienen variables exógenas compuestas por las condiciones
materiales y biofísicas, los atributos de la comunidad y las reglas. Las cuales se
interrelacionan directamente en las arenas de acción donde se desarrollan las
situaciones entre los participantes, lo cual resulta en una serie de interacciones que
permiten establecer criterios de evaluación de los resultados y retroalimentar el
proceso ya sea modificando alguna de las variables exógenas o impactando en la
arena de acción (Poteete, Janssen y Ostrom, 2012). El esquema metodológico cobra
sentido si consideramos que lo que se hará es identificar a los actores relevantes, en
este caso organizaciones de empresas biotecnológicas, su arena de acción consiste
en la construccn de espacios de poder y legitimidad simbólica social y los
resultados son las dinámicas que de allí se desprenden.
En este artículo se presentan cuatro estudios de caso, cada uno de ellos
representa a una organización de empresas biotecnológicas en México. Dichas
organizaciones son las únicas que existen en el país y tienen perfiles tecnológicos y
organizacionales distintos. Para poder identificar dichas diferencias será de utilidad
recurrir a la clasificación de empresas biotecnológicas de la Organización para la
Cooperación y el Desarrollo Económicos (OECD, 2005) y de Trejo (2010), ya que a
partir de ella se pueden determinar características y rasgos tecnológicos y
organizacionales que servirán para establecer qué tipo de actores empresas y
empresarios componen a cada organización.
1. Empresas de Innovación Biotecnológica: Se caracterizan por desarrollar patentes,
publicar parte de sus resultados en revistas especializadas, generalmente cuentan
con protocolos establecidos para la transferencia tecnológica y buscan
constantemente nichos de oportunidad. Son empresas que más que lograr
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desarrollos, logran avances científicos y tecnológicos que venden o licencian a otras
empresas. Este tipo de empresas surgen por iniciativa de académicos o grupos de
investigación, pero que se mantienen al margen de las universidades.
2. Empresas de Innovación en Ingeniería: Suelen adoptar tecnología y tienen la
capacidad de escalar procesos, desarrollar ingeniería básica, de aplicaciones de
procesos y productos y de productos finales. Por lo que una de sus habilidades
principales es analizar la factibilidad técnica de procesos y productos. Son
consideradas como empresas de interfase entre las de innovación y las de
aplicación industrial y comercial.
3. Empresas de Manufactura de Productos Biotecnológicos: Se dedican al desarrollo
o la adaptación de procesos de producción a gran escala, generalmente se dedican
a la producción de insumos de muy diversos tipos. A su vez, estas empresas se
dividen de acuerdo con su grado de tecnificación y a lo que producen.
a. Primer nivel, menor escala y mayor tecnificación
b. Segundo nivel, mayor escala y tecnificación
c. Tercer nivel, alto desarrollo tecnológico y altos estándares de inocuidad y sanidad
d. Empresas de Servicios Técnicos y Analíticos
e. Empresas Consumidoras de Productos e Ingredientes Biotecnológicos
De acuerdo con la clasificación presentada anteriormente, las empresas con mayor
valor agregado son las que realizan innovación, las de innovación tecnológica y las
de manufactura respectivamente (Amaro y Sandoval, 2019). Las dos primeras se
encuentran sobre todo en países desarrollados y en menor medida en países en
vías de desarrollo, ya que en éstos últimos dominan las empresas manufactureras
pero adaptadoras de tecnología y las consumidoras de productos biotecnológicos
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(Gonsen, 1998; Stezano y Oliver-Espinoza, 2019). Se menciona esto porque se ha
identificado que aquellas empresas que capturan el mayor valor agregado tienen
una posición dominante como jugadoras del juego. Ello tiene implicaciones para el
análisis propuesto aquí, porque influyen en la jerarquía y posición en la toma de
decisiones.
Cabe señalar que en México son pocas las empresas que se dedican a la
prestación de servicios técnicos y analíticos, pero esta labor generalmente la
desarrollan los centros públicos de investigación o, en ocasiones, algunos
laboratorios universitarios (Amaro y Natera, 2020).
Metodológicamente se considera a la biotecnología como un sistema concreto
y abierto dado que se analizan sus componentes participantes, estructura
condiciones, atributos, reglas e interacciones y entorno contexto social y otros
sistemas.
Todos los sistemas se componen de subsistemas, en este caso, cultura es un
subsistema dentro del sistema biotecnología, las particularidades del análisis aquí
planteado consisten en que el subsistema cultura está inserto dentro del sistema
biotecnología, pero este a su vez es un sistema con características sociales
particulares que puede o no compartir con otros sistemas equivalentes, por ejemplo,
las reglas y atributos de una comunidad pueden ser similares entre México y
Estados Unidos, o sea que comparten composición y estructura, pero
probablemente no interacciones ni resultados (véase figura 1).
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Figura 1. Sistema de Análisis basado en arenas de acción
Fuente: Ostrom (2005)
Es por ello por lo que especificar las características de los actores de la
biotecnología en México es fundamental para poder identificar las particularidades
en la dinámica y en la construcción de cada arena de acción. Obsérvese que se
plantea un diagrama en el cual hay constante retroalimentación o coevolución del
sistema con los subsistemas que lo componen. Por eso es de especial interés ubicar
las regularidades, las cuales son estructurales, por tanto, independientes del tiempo
o bien la dinámica, la cual depende del tiempo (Quintanilla, 2017), además de la
relación entre sistema y subsistemas. La figura 1 nos permite ordenar la información
cualitativa mencionada al inicio del apartado y así construir para cada grupo
empresarial estudiado una estructura interna de la arena de acción, lo que a su vez
contribuye a la integración del análisis emrico con la propuesta teórica (Poteete,
Janssen y Ostrom, 2012).
Variables
Exógenas
Condiciones
Biofísicas
Atributos de la
comunidad
Reglas
Arena de acción
Situaciones de
acción
Participantes
Interacciones
Criterios de
evaluación
Resultados
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Cuatro asociaciones de empresas biotecnológicas en
México
De acuerdo con la información presentada por González y Quintero (2009), existen
en México alrededor de 695 empresas biotecnológicas en los sectores de alimentos
y bebidas, farmacéutica, medio ambiente, agrícola y pecuario. Sin embargo, no se
distingue entre aquellas que sólo hacen uso de alguna técnica biotecnológica y
aquellas que desarrollan procesos de investigación y desarrollo (I+D). Basados en la
exploración propia, se infiere que son alrededor de cincuenta a sesenta empresas
incluyendo las subsidiarias de transnacionales las que desarrollan I+D propia o bien
que mantienen relaciones de vinculación con universidades o centros públicos de
investigación. La mayoría de estas empresas son micro y pequeñas empresas
concentradas en el sector agrícola que llevan a cabo mejoras en algunos cultivos o
bien en fertilizantes. Existen también empresas de alimentos que en general realizan
mejoras en los procesos de conservación y que en su mayoría son pequeñas y
medianas. Por otra parte, están las empresas farmacéuticas que, aunque son pocas,
han logrado los mayores avances en el desarrollo de biomedicamentos en áreas
muy específicas de la salud (Amaro y Sandoval, 2019).
En general el panorama muestra pocas empresas, en su mayoría micro y
pequeñas que no cuentan con laboratorios propios de I+D. Pueden hallarse
subsidiarias de transnacionales que dominan sobre todo en el sector agrícola, y sólo
el sector farmacéutico tiene representantes nacionales con proyección a nivel
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internacional, pero no son elementos representativos del sector sino la excepción del
comportamiento general (Stezano, 2019).
Con el objetivo de caracterizar la construcción social y cultural de la
biotecnología en México, se optó por analizar del tipo de empresariado que existe en
el país y se decidió enfocar el estudio en las cuatro asociaciones empresariales
existentes, dado que se han reconocido como actores sociales relevantes y ya que
el interés de esta investigación es identificarlas y analizar el discurso asociado a los
valores, reglas y normas que tiene cada una de ellas.
Para poder lograr el objetivo aquí planteado, se presentan en este apartado las
cuatro organizaciones empresariales biotecnológicas de México, comenzando con
una descripción de sus objetivos planteadas por ellas mismas. Este elemento
descriptivo permite observar mo es que las propias organizaciones han ido
construyendo un discurso que les permite agruparse y compartir significados. Una
vez planteado esto, se hace el análisis basado en las arenas de acción para así
determinar los valores y símbolos de cada grupo y así poder identificar la posición,
jerarquía e influencia. La primera de ellas es AgroBIO México, la segunda es la
Asociación de Empresas de Biotecnología Industrial Mexicana A. C. (EMBIOMEX),
después el Consejo Mexicano de Agrobiotecnología A. C. (CoMABio) y finalmente la
Asociación de Innovadores Universitarios.
AgroBIO México es una asociación civil que agrupa a las principales empresas
desarrolladoras de la biotecnología agrícola con presencia en México, las cuales se
dedican al desarrollo, producción y comercialización de productos innovadores para
la agricultura basados en la mejora genética de semillas (AgroBIO México, 2018). De
acuerdo a la clasificación presentada previamente, AgroBIO México se compone por
empresas del área de innovación biotecnológica, sin embargo, en México la mayoría
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de ellas no realiza I+D sino que distribuyen y comercializan los productos
innovadores desarrollados en otros países. En el escenario mundial son empresas
poderosas que cuentan con recursos financieros y capacidad de negociación, por lo
tanto, con poder económico.
De acuerdo con sus propios estatutos, sus principales objetivos como
organización son:
Sensibilizar a la sociedad sobre los beneficios de la aplicación responsable de la
biotecnología agrícola mediante el flujo de información relevante con bases
científicas sólidas.
Representar a la industria de la biotecnología agrícola para colaborar con las
autoridades en el desarrollo de políticas y regulaciones nacionales que fomenten el
cuidado del medio ambiente y la salud, además de la inversión y la transferencia de
tecnología.
Promover el vínculo entre productores, el sector académico y la industria
biotecnológica, con el fin de reforzar el conocimiento y la investigación científica en
biotecnología agrícola.
Para lograr sus objetivos han implementado una serie de actividades como la
colaboración estrecha con productores y centros de investigación y desarrollo en
biotecnología agrícola del país; organización y coordinación de eventos sobre temas
como la evaluación de riesgos y el monitoreo de los cultivos genéticamente
modificados, de la seguridad e inocuidad de los productos derivados, la regulación
internacional de los organismos genéticamente modificados y los aspectos
socioeconómicos asociados a la aplicación de la biotecnología en México; el
desarrollo de materiales informativos para fomentar el conocimiento de sus
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aplicaciones actuales y potenciales entre los diferentes sectores y la participación en
los eventos más relevantes de los sectores agropecuario, industrial, gubernamental,
académico y de salud (AgroBIO México, 2018).
En el análisis realizado a los documentos institucionales que promueven como
parte de la difusión, destaca la visión positiva de la biotecnología, sobre todo la
agrícola. En documentos como Con mejor maíz habrá mejor país”, Beneficios de
los cultivos genéticamente modificados”, “Mitos y realidades de la biotecnología
agrícola” y “Conoce los beneficios sociales, económicos y ambientales del algodón
GM o en artículos como “Evitar los OGM no lo es anti-ciencia, es inmoral” o
“Biotecnología moderna como una herramienta para la productividad del campo
mexicano” se observa claramente la construcción favorable que tratan de transmitir
sobre la biotecnología y la forma en que buscan posicionarse. Los valores y reglas
que se identifican son:
biotecnología = productividad;
biotecnología = beneficios sociales, económicos y ambientales
biotecnología = mejora
En términos simbólicos construyen un imaginario que invoca a la biotecnología como
un proceso de modernidad y progreso donde los avances científicos que se
destacan reportan siempre mejoras diversas como en la noticia “Consiguen
científicos mexicanos tomate que disminuye la hipertensión” o “Maíz transgénico
daría mayor soberanía” lo cual apunta a la construcción discursiva y al
establecimiento de reglas informales cultura proclive al desarrollo biotecnológico.
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Esta asociación ha sido muy cuestionada por diversos grupos sociales y
activistas en el país ya que entre sus miembros se encuentran empresas como
Bayer CropScience, Dow AgroSciences, Monsanto, DuPont Pioneer y Syngenta, las
cuales son las empresas más importantes a nivel mundial en el tema de la
biotecnología agrícola, por lo tanto, han tratado de incidir de diversas maneras en la
definición de políticas públicas y en la reglamentación para los cultivos transgénicos
especialmente. Si bien, estas empresas no son propiamente mexicanas, es
importante considerarlas como un actor clave ya que su posición de poder y
negociación las sitúa en un lugar privilegiado, donde han ejercido su poder
económico para incidir directamente de diversas maneras.
Por ejemplo, en México se ha establecido un proceso de consultas públicas a
través de la Comisión Federal de Mejora Regulatoria (COFEMER) cada vez que se
presenta una propuesta de modificación al marco legal de regulación de los
organismos genéticamente modificados y consultas públicas gestionadas por el
Servicio Nacional de Sanidad, Inocuidad y Calidad Agroalimentaria (Senasica)
cuando se trata de permisos de liberación al ambiente de organismos genéticamente
modificados. En ambos casos, las opiniones que se presenten deben estar
fundamentadas en criterios científicos y tecnológicos lo que implica un nivel de
organización y financiamiento importante, ya que no cualquiera puede participar en
ellas. Esto se traduce en mecanismos de participación cerrados y donde
asociaciones como AgroBIO México pueden participar y lo hacen, ya que tienen la
infraestructura y las redes para ello, por lo que los sitúan en una posición privilegiada
que les permite directa e indirectamente participar en el proceso de toma de
decisiones de la política y de la regulación. Esto sin duda es una posicn de poder
determinada por su capacidad de incidir en las decisiones gracias a los recursos
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financieros y a las redes que han articulado con diversos actores como científicos y
organizaciones que coinciden con sus normas. Desde el esquema de Ostrom (2015)
la posición de esta organización podría visualizarse de la siguiente manera, como se
muestra en la Figura 2:
Figura 2. Arena de acción de AgroBIO México
Fuente: Elaboración propia con base en entrevistas
Dada la composición de las empresas que conforman la asociación se puede decir
que dominan los valores del mercado global, la competitividad, la ganancia y la
innovación. En el discurso, esto se traduciría en beneficios para los productores y
consumidores ya que esto les permitiría enfrentarse a problemas como la seguridad
alimentaria, la escasez, plagas y enfermedades, así como riesgos
medioambientales.
La segunda asociación que se analiza es la Asociación de Empresas de
Biotecnología Industrial Mexicana A. C. (EMBIOMEX) la cual tuvo su origen en el
llamado Programa Nacional de Biotecnología Productiva (PNBP) 2006-2012, el cual
Transnacionales
Altos recursos
financieros
Mercado (ganancia)
Innovación
Capacidad de lobby
Capacidad de incidir
en la regulación y
políticas públicas
Gobernanza
internacional
Mercados globales
Mercados
nacionales
Agricultores
Empresas
pequeñas,
medianas y grandes
Reguladores
Organizaciones
privadas
Coerción, dominación e
imposición de reglas (precios)
Negociación a diversos niveles
Acaparamiento de mercados
Imposición de condiciones
tecnológicas y de mercado
21
Revista Redes 52 ISSN 1851-7072
fue impulsado por un grupo de empresarios nacionales junto con la Secretaría de
Economía. Entre sus objetivos principales se encontraba la promoción y progreso de
empresas de base biotecnológica, la creación de más empresas de este tipo, incidir
en diversas áreas industriales donde la biotecnología pueda ser usada y el
desarrollo, adopción y difusión de diversas biotecnologías. Para lograr lo anterior, se
convocó al gremio nacional de industriales de la biotecnología buscando tener un
impacto sectorial y productivo de largo plazo.
Si bien la Secretaría de Economía apoyó la creación de dicha asociación, el
funcionamiento y posterior financiamiento correría a cargo de los agremiados. Esto
los llevó a plantear como principios rectores la idea de promover un enfoque
holístico para impulsar agendas segmentadas sectoriales, respaldo de proyectos
biotecnológicos, búsqueda del desarrollo, fomento y aplicación de la biotecnología
industrial y mecanismos de vinculación con diversos tipos de agentes. Tres meses
después de su creación, la asociación agrupaba a cinco empresas: Metco,
Agroenzymas, Sigma, ENMEX y PROBIOMED. Cabe mencionar que a pesar de estar
dirigida a empresas fundamentalmente, uno de los más importantes impulsores fue
el Dr. Sergio Trejo, investigador del Centro de Investigación en Biotecnología
Aplicada (CIBA-Tlaxcala) del Instituto Politécnico Nacional quien en 2010 presentó un
estudio financiado por la Secretaría de Economía, denominado: “La biotecnología en
México: situación de la biotecnología en el mundo y situación de la biotecnología en
el México y su factibilidad de desarrollo(Trejo, 2010) y quien gracias a su relación
con la Dra. Lorenza Martínez Subsecretaria de Industria y Comercio de la
Secretaría de Economía y con Héctor Álvarez de la Cadena fundador y presidente
de la empresa Metco consideraron que era necesario y estratégico generar una
plataforma en la que convergieran la investigación biotecnológica y la industria para
22
Revista Redes 52 ISSN 1851-7072
aprovechar diversos mecanismos de financiamiento público, en especial el Fondo
Sectorial de Innovación (CONACYT-FINNOVA). Pero, sobre todo buscaban generar
comunicación entre el sector académico y el empresarial para construir un programa
rector para el impulso de la biotecnología.
De manera que como primer objetivo se buscaba articular la relación entre
diversos actores y apoyar en diversas actividades a las empresas en temas como la
propiedad intelectual, el desarrollo de proyectos de I+D, la divulgación, pero sobre
todo generar una cultura proclive a la innovación.
De acuerdo con el Dr. Trejo (2012) la asociación buscaría ser interlocutora
entre el gobierno y la industria ya que los motivaba la idea de aprovechar el contexto
creciente de asentamiento de clústeres biotecnológicos en el país. A pesar de ser
una iniciativa interesante que buscaba agrupar a las empresas mexicanas de
biotecnología, esta fue perdiendo interés e impulso dado el cambio de gobierno. La
falta de recursos y organización paró los esfuerzos realizados y aunque no se
desintegró la asociación, esta no mantuvo el ritmo esperado. Así, en 2016 decidieron
hacer el intento nuevamente ahora tratando de integrar a un grupo de empresas del
sector agroalimentario liderado por Francisco Mayorga quien fuese titular de la
Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación
durante 2005-2006 y 2009-2012 quien también es dueño de diversas empresas
como Industrias Melder y Mexicana Industrial de Insumos Agropecuarios (Semillas
Caloro). Con este nuevo intento, el liderazgo que había mantenido Héctor Álvarez de
la Cadena se vio mermado ya que al tratar de integrar a estas nuevas empresas
ganó espacio Francisco Mayorga, con quien se pudo establecer poca comunicación
y se generaron tensiones que no permitieron que ambos grupos empresariales se
agruparan, ya que a pesar de realizar varios esfuerzos de reconfiguración conjunta,
23
Revista Redes 52 ISSN 1851-7072
como la identificación de más empresas mexicanas que estuviesen interesadas en
afiliarse a la asociación, el esfuerzo fue fallido ya que no tenían claros los objetivos
como asociación y varias empresas convocadas no lograron ver cuál era el beneficio
que obtendrían de su participación, sobre todo porque pertenecían a diversos
sectores, por mencionar un ejemplo, a las del sector agrícola les preocupaba la
regulación, mientras que a las farmacéuticas los temas de propiedad intelectual y a
pesar de que podían compartir otras demandas, no establecieron comunicacn
efectiva. Esto da muestra de que, a pesar de ser una organización relevante, al no
poder construir un discurso conjunto que agrupara normas y reglas compartidas no
lograron posicionarse e incidir como grupo en la toma de decisiones. Por el
contrario, perdieron visibilidad y poder al no lograr mantener cohesión a través de
sus reglas informales.
Ello condujo a que se separaran los esfuerzos; por un lado, se organizaron las
empresas agroalimentarias en un nuevo proyecto denominado Consejo Mexicano de
Agrobiotecnología, A. C. (CoMABio) integrado por ocho empresas: Agri Best, AliBio,
NSIP, Lidag, Altus Biopharm, Gruindag, Biofábrica Siglo XXI y Berni Labs, las cuales
tienen un perfil tecnológico particular porque si bien no son empresas enfocadas a la
I+D, si cuentan con áreas dedicadas a esto, las cuales generan innovaciones que
buscan sobre todo sustituir insumos químicos y/o tradicionales para mejorar la
productividad del sector agroalimentario. La mayoría de ellas no cuenta aún con las
capacidades tecnológicas para ser líderes a nivel mundial, pero si son exitosas a
nivel regional y algunas a nivel nacional.
Al interior del país, estas empresas pueden considerarse como importantes
competidores en sus sectores, a pesar de enfrentar a las grandes empresas que se
agrupan en AgroBIO México. Cabe mencionar que EMBIOMEX no se desintegró, ya
24
Revista Redes 52 ISSN 1851-7072
que mantuvo a sus agremiados iniciales, y actualmente buscan lograr establecer una
nueva estrategia, basada en el impulso de empresas innovadoras, de hecho,
consideramos que lo más distintivo y simlico de este grupo empresarial es apelar
a la formación de empresas nacionales con un fuerte carácter innovador. En ese
sentido, se encuentran en un proceso de reorganización para crear nuevas reglas y
normas compartidas que les permitan posicionarse e incidir en la toma de decisiones
(veáse Figura 3), tanto a nivel de la regulación como en las políticas públicas del
sector, las cuales han sufrido cambios importantes con la administración del
gobierno en turno de Andrés Manuel López Obrador,
4
sobre todo porque el Consejo
Nacional de Ciencia y Tecnología (CONACYT) esta a cargo de una científica que se ha
mostrado como fuerte opositora al desarrollo biotecnológico, sobre todo al
relacionado con los transgénicos.
Figura 3. Arena de acción de EMBIOMEX
4
López Obrador asumió el cargo de presidente de los Estados Unidos Mexicanos el 1° de diciembre
de 2018.
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Revista Redes 52 ISSN 1851-7072
Fuente: Elaboración propia con base en entrevistas
La tercera asociación es CoMABio, quienes declaran que sus objetivos son:
“Enriquecer la industria con oportunidades de asociación en redes que faciliten la
investigación, la educación, y la creación de las políticas públicas para el sano
crecimiento de la industria en principio y para todos los temas de biotecnología
vegetal y animal; facilitando las relaciones gubernamentales federales y estatales en
asuntos normativos, regulatorios y a través de los medios más agiles para sustentar
y potenciar la competitividad de la industria agrobiotecnológica mexicana” (CoMABio,
2018).
Como se observa, buscan crear vínculos con actores como las instituciones de
educación superior (IES) para desarrollar proyectos conjuntos, representar los
intereses de las empresas del sector agroalimentario, difundir sus productos e incidir
en la formulación de políticas públicas, sobre todo en el establecimiento de un marco
regulatorio certero a sus intereses.
Empresas
mexicanas
Suficientes recursos
financieros
Solución de
problemas
Innovación
Poca capacidad de
lobby
Poca capacidad de
incidir en la
regulación y
políticas públicas
Gobernanza local
Mercados regionales
Mercados nacionales
Empresas pequeñas,
medianas
Instituciones de
Educación Superior
Centros de
Investigación
(Vinculaciones)
Adaptación a las reglas (precios y
tecnología)
Búsqueda de negociación para
plantear agenda en diversos
temas
Búsqueda de nuevos mercados
Adaptación a las condiciones
tecnológicas y de mercado
Innovaciones adaptativas y
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Revista Redes 52 ISSN 1851-7072
Dada la conformación sectorial, es probable que puedan tener un mayor
impacto, sobre todo porque cuentan con capital social para ello, sólo se debe
mencionar que detrás de esta iniciativa ha estado el empresario Alfonso Romo,
hombre cercano al gobierno Obradorista, quien ha estado desde hace tiempo
interesado en impulsar la agrobiotecnología desde distintos frentes, de hecho la
historia se remonta al grupo Pulsar, la creación de Seminis, la compañía más grande
a nivel mundial de semillas de frutas y vegetales, es inversionista fundador de
Synthetic Genomics, una compañía que desarrolla y comercializa tecnologías
genómicas sintetizadas, además de Nature Source Improved Plants (NSIP) es líder
en la aplicación de tecnologías para el mejoramiento genético y desempeño en los
procesos de propagacn aplicando técnicas propias de algoritmos con especial foco
en cultivos tropicales, como café, plátano, banano, agave, cacao, entre otros;
Agromod, primer y más grande productor mundial de papaya maradol y la empresa
Enerall, con el fin de instrumentar el avance de la tecnología para la transformación
de suelos a través de la utilización de microbios, lo que permite al usuario
transformar suelos improductivos en suelos cultivables.
5
A pesar de que el Ing. Romo ha optado por tener un bajo perfil en el Consejo,
éste ha sido consultado en distintas ocasiones para la toma de decisiones, lo que
significa que cuentan con el apoyo de un importante actor dentro del espacio político
nacional. Esto revela que la posicn de un grupo relevante también está
fuertemente influida por el tipo de actor individual que lo compone.
5
Información obtenida de diversos medios de comunicación: La Jornada, El Universal, El
Economista, El Financiero, Expansión y Líderes Mexicanos.
27
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Haciendo un análisis de la construcción simbólica y los valores que promueven
destaca un sentimiento nacionalista al incentivar la participación de empresas
mexicanas, reconocen la importancia de establecer relaciones con las instituciones
de educación superior, ponen especial atención a los problemas de la regulación y
también establecen la conexión entre biotecnología y competitividad (veáse Figura
4).
Cabe mencionar que en los documentos oficiales destaca la identificación de
problemas relacionados con la producción de alimentos y la posibilidad de que el
país enfrente algún tipo de crisis al no contar con las mejores semillas, insumos y
procesos tecnológicos.
Incremento de la demanda global de alimentos crisis alimentaria mayor
productividad biotecnología
Devastación ambiental (agua, suelo, clima y biodiversidad) mejora por procesos
biotecnológicos
De la misma manera que en el caso de AgroBIO México han construido un discurso,
normas y reglas que apuntan hacia una visión favorable y positiva de la
biotecnología, aunque evitan mencionar temas controvertidos como los
transgénicos.
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Figura 4. Arena de acción de CoMABio
Fuente: Elaboración propia con base en entrevistas
Finalmente, se presenta la última asociación empresarial, la cual se formó en 2013
bajo el nombre de Asociación de Innovadores Universitarios la cual está integrada
por académicos e investigadores del Instituto de Biotecnología (IBt) de la Universidad
Nacional Autónoma de México (UNAM) que fundaron alguna empresa de base
científica o tecnológica. En total son diez empresas, varias de ellas inscritas en el
Registro Nacional de Instituciones y Empresas Científicas y Tecnológicas como
Grupo Quae, Laztek y Agro&Biotecnia.
Su idea es fomentar una cultura de emprendimiento entre la comunidad
científica y lograr consolidar proyectos con impacto social (Báez y Villafán, 2015).
Dicha asociación tiene la función de asesorar a jóvenes de posgrado en el proceso
de innovación, transferencia tecnológica y creación de empresas. Además de crear
una red de laboratorios universitarios, establecer un modelo de mentores para
Empresas
mexicanas
Suficientes recursos
financieros
Solución de
problemas
Innovación
Alta capacidad de
lobby
Mediana capacidad
de incidir en la
regulación y
políticas públicas
Gobernanza
nacional
Mercados regionales
Mercados nacionales
e internacionales
Agricultores
Empresas pequeñas,
medianas y grandes
Instituciones de
educación superior
Adaptación a las reglas (precios)
Búsqueda de negociación para
plantear agenda en diversos
temas
Búsqueda de nuevos mercados
Adaptación a las condiciones
tecnológicas y de mercado
Adaptación de innovaciones,
mayormente comercializadoras
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emprendedores y sobre todo la creación de sinergias con diversos organismos para
fomentar la vinculación (Báez y Villafán, 2015).
Sin embargo, a pesar de ser una asociación empresarial, han tenido mayor
impacto en la vida académica ya que sólo un par de empresas han logrado
comercializar sus productos y convertirse en negocios rentables, esto debido a que
no cuentan con las capacidades necesarias para transitar de un emprendimiento
universitario a un negocio comercial, además de que no existen estrategias por parte
de la UNAM para apoyarlos en el proceso; de acuerdo a diversas experiencias
relatadas por los diversos investigadores y emprendedores, el camino no es fácil de
recorrer, sobre todo por los mecanismos legales que no les permitían convertirse en
empresarios y aún existen conflictos sobre cómo pueden explotar o garantizar la
comercialización, dado que la mayoría son investigadores de tiempo completo.
El caso más exitoso es el de Agro&Biotecnia que bajo el respaldo del Dr.
Enrique Galindo ha logrado establecer mecanismos de uso y explotación de la
tecnología que desarrollaron.
6
De alguna manera, esta asociación ha concentrado
sus esfuerzos en promover una cultura del emprendimiento en la universidad,
además de que han tenido incidencia en la normatividad pública federal, ya que a
través del Dr. Galindo promovieron la implementación del decreto publicado el 8 de
diciembre de 2015, donde se elimina el conflicto de intereses de los investigadores
en la Ley de Ciencia y Tecnología y la Ley Federal de Responsabilidades
Administrativas de los Servicios Públicos.
6
Para conocer más la experiencia de este caso se puede revisar el texto de De Gortari, Medina, y
Cabrera (2017).
30
Revista Redes 52 ISSN 1851-7072
Esto n es insuficiente dado que esta modificación entra en conflicto con la
normatividad de algunas IES, por lo que deben reformularse para lograr coherencia
entre los distintos niveles.
En palabras de los propios agremiados, la asociación ha servido más como un
espacio para intercambiar experiencias y ayudarse en algunos procedimientos, por
ejemplo, en la obtención de derechos de propiedad o diversos tipos de trámites, pero
no tienen un programa establecido de trabajo, más que la promoción de la cultura
del emprendimiento. Hasta cierto punto esto es comprensible, dado que su espacio
de actuación se limita a la vida académica y es allí donde han tratado de incidir de
forma más directa, sobre todo en el cambio de visión acerca de las distintas salidas
que pueden tener las investigaciones que se realizan en las universidades.
Sin embargo, a pesar de mantener un espacio acotado, también cuentan con
un importante capital social ya que están relacionados con uno de los biotecnólogos
más reconocidos a nivel nacional e internacional, quien en 2013 fue nombrado
Coordinador de Ciencia, Tecnología e Innovación de la Oficina de la Presidencia de
la República y que desde diversos espacios ha tratado de impulsar el desarrollo de
la biotecnología.
Dado el perfil de los integrantes de esta asociación domina una construcción
simbólica, de reglas y normas que apela fundamentalmente al emprendimiento, a la
promoción de la vinculación con IES y en general a la generación de redes diversas
(véase Figura 5). Desde la posición de la investigación destaca que las opiniones
que lanzan tratan de estar justificadas con resultados científicos, es decir que han
tratado de hacer valer su jerarquía como un grupo que cuenta con opinión
informada, para así promover el desarrollo biotecnogico y tratar de mostrar a través
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Revista Redes 52 ISSN 1851-7072
de los logros científicos aplicados las soluciones que desde la biotecnología se
pueden obtener.
Figura 5. Arena de acción de la Asociación de Innovadores Universitarios
Fuente: Elaboración propia con base en entrevistas
Conclusiones
Existen distintos tipos de empresas biotecnológicas en México, las de innovacn
biotecnológica que se caracterizan por el desarrollo de patentes, tienen algún nicho
de oportunidad, logran avances científicos y tecnológicos y que en el caso de México
son muy pocas. Las segundas son las empresas de innovación en ingeniería, las
cuales adaptan tecnoloas y escalan procesos, por lo tanto, sus competencias
centrales se ubican en la mejora incremental. Aquí se localiza el grueso de
Spin offs
Sin recursos
financieros
Investigación +
desarrollo +
Innovación
Sin capacidad de
lobby
Capacidad de incidir
en la regulación y
políticas públicas
Gobernanza local
universitaria
Instituciones de
educación superior
Mercados nacionales
Agricultores
Empresas pequeñas,
medianas y grandes
Estudiantes
emprendedores
Transferencia tecnológica
Vinculación con empresas
Vinculación con policy makers
Impacto en la regulación
universitaria
Mercados cautivos
Productos de alto nivel tecnológico,
pero sin mercado
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Revista Redes 52 ISSN 1851-7072
empresas de capital extranjero o multinacionales como Monsanto filial México, la
cual realiza I+D en otra de sus sedes, pero aquí llevan a cabo procesos de mejora en
productos. O bien las grandes empresas nacionales cerveceras que desarrollan
poca I+D propia, pero adaptan muy bien las innovaciones realizadas en el mundo.
Finalmente se encuentran las empresas de manufactura de productos
biotecnológicos, en el caso de la agroindustria y el sector alimentario, destacan
aquellas que realizan la producción de insumos y se localizan en la parte más baja
de la cadena de valor, generalmente producen proteínas o fermentaciones. También
existen las empresas ícono de la biotecnología que son aquellas que surgen de la
investigación universitaria, pero que, en el caso de México, sólo se han quedado
como emprendimiento sin poder acceder aún a los mercados-objetivo. Cada tipo de
empresa se ha ido agrupando, dependiendo sus intereses y motivaciones; es así
como en el país se ubican fundamentalmente cuatro asociaciones que pueden ser
consideradas como actores relevantes ya que buscan de diversas maneras influir en
diversos aspectos relacionados con la biotecnología.
En lo que respecta a los grupos empresariales son muy claras las diferencias
entre ellos. Se observa que AgroBIO tiene una posición de poder muy marcada como
un grupo social relevante que trata de ejercer presión en diversas instancias para
que su visión de lo que significa el desarrollo biotecnológico permee a diversos
niveles.
CoMABio ha enfrentado una serie de problemáticas para establecer un plan de
trabajo y agenda de largo plazo que les permita situarse como un verdadero jugador,
aunque destaca que en términos de influencia y poder, se localizan bien ubicados al
tener cercanía al gobierno en turno, en posiciones clave, de hecho, han sido
beneficiadas con la implementación de algunos programas públicos como el
33
Revista Redes 52 ISSN 1851-7072
denominado “Sembrando Vida” en el que participa la empresa Agromod, asociada a
esta organización. CoMABio comienza a buscar un lugar en la arena política y
económica para influir en el diseño de políticas públicas y regulación a través de
diversas propuestas.
En el caso de EMBIOMEX, han ido construyendo un discurso favorable hacia la
innovación. Ello, en gran medida porque son el grupo de empresas que han
integrado de manera más exitosa procesos tecnológicos y vinculaciones diversas,
entre empresas y con instituciones de educación superior. En un sentido amplio, han
logrado ser exitosas y posicionarse en mercados a nivel local y regional. Sin
embargo, no han podido recuperar una posición más favorable para incidir en la
toma de decisiones, ya que no hay coincidencia con ciertas políticas que afectan,
tanto al sector alimentario como al farmacéutico, por ejemplo, actualmente el tema
de los derechos de propiedad industrial renegociados en el anterior Tratado de Libre
Comercio con Estaos Unidos y Canadá, y que consideran afectará su capacidad
competitiva en el tema de la producción de biogenéricos.
Finalmente, cabe mencionar que en el caso de la Asociación de Innovadores
Universitarios se han mantenido en un espacio más alejado de los círculos de toma
de decisiones en torno a la biotecnología, de alguna manera su apuesta es lo
compartir experiencias y motivar a más emprendedores para que se involucren en
procesos de innovación biotecnológica y su arena de actuación ha estado
concentrada en la vida universitaria fundamentalmente.
En conclusión, ante la pregunta planteada sobre ¿quiénes son los actores
relevantes en términos de grupos empresariales de la biotecnología en México? Se
identificaron a los cuatro grupos mencionados previamente. Para cada grupo, se han
establecido diferencias en torno a los distintos discursos asociado a sus valores,
34
Revista Redes 52 ISSN 1851-7072
reglas y normas. Los cuales nos permiten observar su posición y jerarquía, la cual
consideramos está en función de tres cosas: el poder económico que ostenta cada
organización, las características de los actores que componen cada organización y
finalmente la capacidad de agruparse y construir reglas informales, valores
compartidos y una visión que cohesione sus objetivos. Lo estudios de caso aq
presentados, muestran que son aquellos que cuentan con estas características los
que tienen mayor capacidad de influir en la toma de decisiones y, por lo tanto, en el
proceso de construcción de biotecnología.
Sin duda, aún quedan más elementos a analizar en el futuro, como las
tensiones y contradicciones que hay al interior de los grupos, o bien cómo estos
actores relevantes logran posicionarse en el ámbito público. Así como los conflictos
que pueden existir con otro tipo de actores relevantes como las organizaciones de la
sociedad civil o el propio gobierno. Lo anterior sólo es un botón de muestra de las
líneas de investigación que se abren a partir de la propuesta de este artículo.
35
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Artículo recibido el 1 de julio de 2020
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Aprobado para su publicación el 21 de abril de 2021