1
DOI: https://doi.org/10.48160/18517072re58.375
Goulet, F. (2021)+, Ciencia e inclusión social en la
Argentina. Análisis de la agricultura familiar (2005-
2016), Bernal, Editorial Universidad de Quilmes.
Miguel Sierra*
Introducción: Temática central y metodología
El libro describe el proceso por el cual la “agricultura familiar” se incluye y delimita
tanto en el ámbito científico-tecnológico como político de la Argentina en el período
2005-2016. Partiendo de la investigación sobre la creación del CIPAF (Centro de
investigación para la agricultura familiar) del INTA, Goulet se pregunta por los
procesos mediante el cual la cuestión de la inclusión social y las poblaciones
+ Frédéric Goulet es Doctor en Sociología e investigador en el Centre de Coopération Internationale
en Recherche Agronomique pour le Developpement (CIRAD), Francia. Colaboró como investigador
visitante en el INTA (Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria) de Argentina y como profesor
visitante en la Universidad Federal Rural de Rio de Janeiro, Brasil. Sus trabajos analizan los procesos
de innovación tecnológica y de transformación de las instituciones de investigación agropecuaria en
Francia y América Latina. Este libro pertenece a la colección Sociedad-tecnología-ciencia dirigida por
Hernán Thomas.
* Gerente Innovación y Comunicación INIA (Uruguay), 2013-2024. Correo electrónico:
msierra@inia.org.uy
2
Revista Redes 58 – ISSN 1851-7072
vulnerables entraron al campo de las ciencias y las tecnologías. Desde un enfoque
sociohistórico busca comprender cómo surgió este gran desafío de la inclusión
social de los vulnerables en el escenario de las políticas generales, para luego
enunciarse en sectores como la agricultura o las tecnociencias.
El estudio analiza también los equipos creados dentro de las instituciones de
investigación agropecuaria en relación con la agricultura familiar, desentrañando las
lógicas institucionales y organizacionales. Aborda también a los agentes que
componen dichos equipos, sus trayectorias vitales, personales y profesionales
explorando, a su vez, las posiciones de los actores del ámbito científico y
tecnológico situados “en frente”, en posiciones contrarias a la agricultura familiar y a
las transformaciones institucionales que tuvieron lugar en dicho periodo. Finaliza con
una serie de conclusiones generales que sintetizan las enseñanzas y desafíos de las
ciencias para la inclusión social.
En lo metodológico el libro es fruto de un trabajo de investigación empírica realizado
en la Argentina entre los años 2014 y 2016, tanto en Buenos Aires como en distintas
localidades del centro y el noroeste del país. En primer lugar, dicho trabajo de
investigación consiste en la realización de cuarenta entrevistas semiestructuradas,
principalmente con agentes de INTA y de FAUBA (Facultad de Agronomía de la
Universidad de Buenos Aires). Un segundo modo de recolección de datos supuso la
observación etnográfica en numerosos eventos organizados en el campo
académico, tecnológico y universitario en relación con la agricultura familiar y las
ciencias y tecnologías para la inclusión social: seminarios de investigación,
congresos, jornadas universitarias, mesas redondas, jornadas de presentación de
maquinaria agrícola y otras reuniones públicas en INTA y diversas universidades. En
tercer lugar, se realizó el análisis de documentos escritos referidos al tratamiento de
3
Revista Redes 58 – ISSN 1851-7072
la agricultura familiar en la acción pública y en los organismos científicos y
tecnológicos. Un cuarto procedimiento fue la observación participante, que fue
posible por la inserción institucional del autor en Argentina. Como agente de una
institución francesa de investigación agropecuaria en cooperación, destacado
localmente en el INTA, Goulet pudo acceder a numerosos documentos propios del
organismo y al listado de decisiones oficiales relacionadas al tópico de la
investigación.
Síntesis de enseñanzas y desafíos
Intersecciones entre las dinámicas “de arriba y de abajo”.
En sintonía con Sheila Jasanoff, el trabajo muestra que las dinámicas a favor de la
inclusión social en la Argentina se inscribían en una lógica de producción de órdenes
sociales y tecnocientífcos. Se describen por un lado las dinámicas desde arriba,
procedente de las políticas públicas que procuran orientar o disciplinar la actividad
de los investigadores y, por el otro, las luchas procedentes desde abajo, llevadas
adelante por científicos que se rebelan contra los órdenes sociopolíticos
establecidos. El tema de la inclusión de las poblaciones vulnerables se produce en la
intersección de esos dos mundos que se afectan de diversas formas. Por ejemplo,
por la circulación de individuos y conceptos entre los espacios políticos y científicos,
y también por interpretaciones compartidas de la historia y de imaginarios
sociotécnicos que sancionan el lugar que deberían ocupar las tecnociencias en la
sociedad y su transformación. En este proceso de coproducción hay lógicas de
delimitación originadas en los campos políticos y científicos y en sus intersecciones.
El análisis de los procesos de delimitación (boundary work) se considera apropiado
4
Revista Redes 58 – ISSN 1851-7072
como marco analítico pertinente para explicar el fondo y la forma de las dinámicas
de coproducción en acción.
En los procesos de delimitación el autor resalta tres dimensiones, o tres ejes
transversales de análisis.
La categoría de la agricultura familiar como categoría de acción pública se produce
en un proceso de triple delimitación o triple separación: en el comienzo dentro de
la población agropecuaria, dando apoyo a la organización social que los pueda
representar y al censo que los identifica, registra y cuantifica; luego dentro de las
instituciones estatales, con secretarías de estado, leyes, equipos y circuitos de
financiamiento diferenciados en la administración; y, finalmente, en los institutos
científicos y tecnológicos, con organizaciones y colectivos también específicos. Un
componente central de la delimitación y categorización es la diferenciación,
apareciendo como fruto de dicho proceso una población “aparte” y una tecnociencia
“aparte”.
Un segundo componente, que resalta Goulet, revela la importancia del factor
temporal e histórico en el proceso de delimitación: “Si el proyecto sociohistórico
se sitúa en la perspectiva de construcción de un futuro mejor, aparece como
esencial la delimitación y emancipación respecto a un pasado erigido en
responsable de desequilibrios e injusticias contra la cual los actores se
comprometían a su transformación”. En la ley Ley 27.118 promulgada en 2015 se
menciona la cuestión de la “reparación histórica para la construcción de una nueva
ruralidad”.
Un tercer eje de análisis estudia el carácter más específico de las delimitaciones
dentro del mundo tecnocientífico. El desarrollo de una “ciencia aparte”, tanto
dentro del INTA como la FAUBA, se apoyó en decisiones políticas venidas desde
5
Revista Redes 58 – ISSN 1851-7072
arriba (del gobierno y de las propias autoridades de dichas instituciones) o efectos
de “contagio” institucional, pero también en el compromiso y las convicciones de
actores de esas instituciones. Comenta el autor: “esta ciencia aparte se desarrolló
alrededor del compromiso de actores resueltos a hacer ciencia de otra manera, para
luchar contra injusticias epistémicas que traducen en el terreno de la producción y la
apropiación de conocimientos las dominaciones y desigualdades que parecen
atravesar la sociedad en su conjunto”.
Las especificidades de la agricultura familiar y de las poblaciones vulnerables no
serían consideradas en la tecnociencia “normal” de la que convendría entonces
deslindarse. Esto sería un factor limitante, ya que esta tecnociencia “normal”,
debido a sus recortes en disciplinas, vínculos con el agronegocio y sus formatos de
valorización sería inconsistente para cumplir el desafío de una ciencia que obre en
beneficio de la agricultura familiar y los públicos vulnerables.
Según Goulet: “para incluir, habría que comenzar pues por separar, por separarse
de lo existente. Con la idea de ciencia aparte, pero sobre todo de ciencia justa, se
quiso asociar en una misma expresión las dimensiones militantes y limitantes, las
dimensiones políticas y cognitivas y por lo tanto los mecanismos de coproducción
que dan cuerpo al desarrollo de una tecnociencia aparte”.
El autor también menciona lo que denomina un proceso de “co-emancipación”, “este
proyecto socio-técnico en favor de una ciencia justa promueve también una co-
emancipación, a la emancipación de la agricultura familiar respecto de la dominación
desde hace siglos ejercida por la agricultura latifundiaria, y más recientemente el
agronegocio, responde con la emancipación de las actividades de extensión y las
ciencias humanas y sociales respecto a la dominación simbólica y concreta que
6
Revista Redes 58 – ISSN 1851-7072
ejercerían sobre ellas las actividades de investigación en laboratorio, principalmente
ligada a las ciencias duras”.
El autor identifica en el proceso de delimitación que los actores que impulsan la
inclusión social de los públicos vulnerables, y concretamente de la agricultura
familiar, conciben un proyecto socio-técnico alternativo opuesto a otro que
condensaría una serie de “males en sí”. Goulet lo narra de este modo: “En función
de las voluntades de delimitación, los protagonistas se esfuerzan por construir un
proyecto socio-técnico alternativo. Tanto en las retóricas y las prácticas como en las
configuraciones y relacionales, se dejan ver dos mundos rivales que cobran forma
en el Estado o las instituciones tecnocientíficas. Por un lado, el proyecto socio-
técnico por el cual pasará un futuro deseable, fundado en la justicia y la justeza,
asociada a un Estado fuerte, democrático; una nación soberana; públicos
vulnerables emancipados de las formas de dominación que los oprimen, y una
ciencia interdisciplinaria en contacto íntimo con la acción y la extensión,
territorializada, que incluya en un enfoque socio-técnico disciplinas o funciones
habitualmente relegadas a un segundo plano y englobe a quiénes no son científicos
en la definición de las temáticas de investigación. Por otro, se presenta como todo lo
que no hay que hacer un modelo basado en una serie de “males en sí”, que reedite
a una Argentina de las décadas de 1970 y 1980 que habría estado sometida a los
mercados o las potencias extranjeras, en la cual el Estado no sería más que un actor
marginal en la orientación del destino del país, donde no se garantizarían los
derechos de los ciudadanos y la investigación agropecuaria estaría dominada en su
totalidad por ciencias biológicas y técnicas, confinadas en el laboratorio y puestas al
servicio exclusivo de los grandes productores de la zona pampeana que producían
para la exportación”.
7
Revista Redes 58 – ISSN 1851-7072
En síntesis, Goulet sostiene que “la comprensión de los mecanismos de
coproducción de un nuevo orden social y tecnocientífico invita por tanto a considerar
el trabajo de denuncia, deslegitimación o desinstitucionalización de un orden
existente (Maguire y Hardy, 2009)”.
Otro concepto abordado por el autor en el trabajo refiere a la tensión, que resulta
intensa en el ámbito de la inclusión de los públicos vulnerables, entre el interés por
institucionalizar o “desinstitucionalizar”, delimitar o, al contrario, disolver para incluir
mejor. El autor plantea que: “ya sea para la atención y asistencia a los públicos
vulnerables o para las actividades científicas, las delimitaciones, por lo tanto, son a
la vez estructurales y estructurantes, pero del mismo modo móviles y naturalmente
sometidas a tensiones o contradicciones. La literatura referida a cada uno de esos
dos dominios muestra que en su seno la afirmación de fronteras y su
desplazamiento constituyen desafíos centrales”.
Como ejemplo de dichas tensiones y desplazamientos afirma que por un lado la
categoría de agricultura familiar fue forjada en foros internacionales (ej. FAO,
Mercosur) pero se la vincula fuertemente a un marco de referencia singularista y
autonomista, más vinculado a la soberanía nacional y alimentaria. Con relación a las
actividades tecnocientíficas, sostiene que: “este tipo de ambigüedades y
contradicciones constituyen un elemento clásico de la definición de las identidades
profesionales en particular a través de la delimitación movilizadas por los científicos
frente a los o no científicos. Los colectivos científicos y tecnológicos construidos en
relación con la agricultura familiar, aun cuando forjaron su identidad sobre la crítica
de las ciencias y de los investigadores de laboratorio, no vacilaban, con el recurso a
esa identidad del investigador autónomo, en afirmar su independencia respecto a
ciertas demandas que se les formulaban”.
8
Revista Redes 58 – ISSN 1851-7072
Goulet afirma que “el mundo que hemos descrito asume la apariencia de un tejido
sin costura (Callon y Latour, 2006), en el cual los agricultores familiares parecen
ineludiblemente ligados al destino de la nación argentina, de América Latina y del
conjunto de los países periféricos. Es precisamente el hecho que se los piense como
uno de los eslabones de una alternativa a un orden dominante que asocia el
agronegocio, las fuerzas políticas conservadoras y el orden neoliberal o imperialista
global. Un tejido sin costura, entonces, pero que se deja ver precisamente por el
hecho que los actores quieren plantar cara a los órdenes y lazos instituidos, por
medio del desarrollo de un imaginario y un proyecto socio-técnico alternativos”.
El estudio de Goulet también identifica dos procesos clave: aquel impulsado por los
actores que quieren modificar un estado de situación vigente y la coexistencia a nivel
social de diversos imaginarios rivales. En tal sentido, en relación con la agricultura
familiar en Argentina, afirma: “Unos actores que, desde sus universos respectivos -
políticos, administración pública, estudios sociales de las ciencias y las tecnologías,
y también investigación y extensión agropecuarias-, se levantan contra asociaciones
existentes para proponer otras nuevas y formular una promesa de diferencia (Le
Velly, 2017). Si se admite que diferentes imaginarios socio-técnicos pueden
cohabitar de manera más o menos pacífica en el seno de una nación o sociedad
(Jasanoff, 2015), hemos presentado aquí elementos que permiten aprehender de
manera exhaustiva los mecanismos de surgimiento o resurgimiento entre
imaginarios rivales”.
La coexistencia de diversos modelos de desarrollo y la lógica de las transiciones
que buscan modificar un régimen existente son también abordados por Goulet,
planteando concretamente que “si a las fuerzas enfrentadas les cuesta instaurar un
nuevo régimen de manera hegemónica y uniforme, contribuyen no obstante a dar
9
Revista Redes 58 – ISSN 1851-7072
existencia a otros nuevos y a crear las condiciones capaces de darles mayores
oportunidades posibles de perdurar. Para ello hacen que surjan promesas
tecnocientíficas y las vinculan con futuros deseables. Se apoyan en corrientes
alternativas con una existencia de larga data dentro de las instituciones
tecnocientíficas y los nichos socio-técnicos (Geels, 2022), contribuyendo a sacarlas
a luz en función de un cambio del paisaje político. En los trabajos que se ocupan del
sector agropecuario, habida cuenta de que de las reflexiones sobre diversidad y
coexistencia de los modelos de desarrollo se han potenciado en los últimos años
(Hubbard y Hasssanein, 2013; Goulet y Giordano, 2017), hemos mostrado aquí que
el escenario de las ciencias y la investigación agropecuaria constituye un lugar de
observación privilegiado de la organización de la diversidad”.
Otra temática analizada el trabajo de Goulet refiere al rol del Estado, en tal sentido
afirma: “Para los protagonistas, aumentar la importancia de las ciencias y
tecnologías para públicos vulnerables pasa así por la defensa del Estado como actor
central de la organización de la sociedad; esa defensa se convierte incluso en la
madre de todas las batallas. Ocurre lo mismo con los derechos humanos, siempre
presentes detrás de la cuestión de la inclusión social y sistemáticamente vinculados
a episodio de la dictadura militar. En cada ocasión, hay por lo tanto un camino
retórico entre la agricultura familiar, los públicos vulnerables y grandes entidades o
principios como el Estado o los derechos humanos”. En el ámbito tecnocientífico
afirma: “En la misma línea, la cientifización de la agricultura familiar constituye la
expresión de la intervención reforzada del Estado argentino de ese sector. La
categorización efectuada en torno a la agricultura familiar en el INTA puede así
leerse como el intento de transcribir en el campo tecnocientífico la oposición de las
10
Revista Redes 58 – ISSN 1851-7072
clases humildes y laboriosas y una oligarquía que tendría las riendas del país o del
sector agropecuario”.
Con relación al régimen de saber, Goulet afirma que: “se puede hablar del intento
de crear un régimen de saber a imagen del “proyecto nacional y popular” sostenido
por los gobiernos argentinos entre 2003 y 2015. El caso de la agricultura familiar,
como hemos visto, no es más que un elemento en un dispositivo mucho más grande
que apunta a acercar la ciencia a la sociedad, sus territorios, en particular sus
estratos más vulnerables, en el marco de una visión “socio-técnica” de los
desarrollos tecnocientíficos”. Analiza también las particularidades que otorgan los
contextos de inestabilidad económica, política e institucional, afirma: “si el desarrollo
de regímenes de saber se inscribe en un enfoque socio-histórico de tiempo largo, el
estudio de países marcados por una inestabilidad económica, política e institucional
crónica lleva a contemplar modalidades de desarrollo de esos regímenes en tiempos
relativamente cortos. El gobierno de las tecnociencias asume formas y ritmos
específicos. Las amenazas contribuyen a hacer surgir formas de categorización y
organización originales de los colectivos tecnocientíficos, como el caso aquí del
CIPAF”.
Sobre la ciencia estratégica (Rip, 2004) orientada por grandes desafíos, el autor
afirma que en otros contextos muchas veces “no son más que enunciados
retomados por los científicos para argumentar o justificar pedidos de fondos o
legitimar investigaciones ya realizadas”. Identifica dos elementos que hacen que la
situación en Argentina sea diferente y original: “el primero supone una articulación
particularmente estrecha entre la definición de desafío y el marco de referencia
político global establecido en el país. En consecuencia, aquí no se trata simplemente
de reorientar en el margen las actividades de los trabajadores científicos en función
11
Revista Redes 58 – ISSN 1851-7072
de licitaciones públicas o de puesta en circulación de mensajes institucionales
alrededor del impacto de las investigaciones realizadas, como puede observarse en
otras situaciones. Se trata de actuar directamente, desde los lugares de decisión
política, en las organizaciones tecnocientíficas para que estén efectivamente en
armonía con las grandes líneas políticas y los grandes desafíos trazados en la cima
del Estado (…) pero se vislumbra un segundo elemento, la proximidad de la
tecnociencia y la política en Argentina no solo obedece a la circulación de élites
entre los dos mundos, sino también a una politización intensa de los individuos, los
trabajadores en las instituciones científicas y tecnológicas”.
El autor deja también planteadas líneas futuras de investigación: “se abre un espacio
de investigación particularmente rico, en la intersección de la sociología del Estado,
la sociología del conocimiento y la sociología de las ciencias, para calificar los
procedimientos mediante los cuales esa diversidad se instala en las instituciones
estatales, en las organizaciones científicas y en la intersección de unas y otras”.
Reflexiones derivadas del trabajo
El trabajo aporta una serie de categorías conceptuales como los proceso de
delimitación, las intersecciones entre las lógicas “de arriba” provenientes de las
políticas públicas y las lógicas “de abajo” impulsada desde los actores y pautada por
sus trayectorias vitales. La coexistencia en tensión de diversos imaginarios socio-
técnicos en el ámbito de la sociedad y cómo las mismas atraviesan las instituciones
políticas y científico-tecnológicas. El desafío de incorporar las poblaciones
vulnerables y la complejidad de los procesos de transiciones desde regímenes de
saber, producción y políticos que tienden a reforzar el statu quo y que son
necesarios cambiar para incorporar a nuevos actores, como las poblaciones
vulnerables y la inclusión de nuevas temáticas (ambiente, género, etc.). El rol del
12
Revista Redes 58 – ISSN 1851-7072
Estado en la inclusión de las poblaciones vulnerables y la incorporación de desafíos
que alimenten la ciencia con visión estratégica y compromiso social que debiera
pautar la agenda de los institutos de investigación agropecuaria.
Los INIA en general se han creado con foco en la revolución verde, buscando una
mayor productividad. Con el tiempo han aparecido otros temas relevantes como la
inclusión social, los temas ambientales y de género, por ejemplo, que requieren
transformaciones institucionales en las políticas y también en las tecnociencias.
El autor destaca dos elementos como emergentes del presente estudio, que sin
duda serán relevantes para todos más allá del país desde donde analicemos el
texto: “las formas de gobierno de las actividades científicas y técnicas en un régimen
de crisis o inestabilidad, y el desarrollo de un paradigma de la pluralidad y la
diversidad dentro de la acción pública y las instituciones tecnocientíficas”.
El caso de la agricultura familiar y del INTA abordado por Goulet en este libro aporta
conceptos y lecciones aprendidas que refieren a un contexto particular pero disparan
reflexiones que trascienden dicho contexto, y son de gran actualidad para todos
aquellos que consideramos que los institutos de investigación públicos de
investigación tienen que estar a la altura de los desafíos de su tiempo, donde se
requiere fortalecer nuestras democracias con sistemas alimentarios saludables,
inclusivos y sostenibles.
Documento recibido el 20 de febrero de 2023
Aprobado para su publicación el 3 de mayo de 2024
13
Revista Redes 58 – ISSN 1851-7072