DOI: https://doi.org/10.48160/18517072re59.234
El centenario de la Carta General de 1922: disputas
limítrofes entre Minas Gerais y Goiás en la revista A
Informação Goyana (1922-1924)
Moema de Rezende Vergara
Andressa de Sousa Braz
Resumen
Producida para ser expuesta en el Centenario de la Independencia, la Carta Geral
do Brasil ao Milionésimo (Carta General de Brasil al Millonésimo) fue un
instrumento de divulgación y propaganda de una idea de nación, de sus riquezas,
potencialidades y del éxito republicano al cohesionarla e integrarla. En la
historiografía, el estudio de los límites interestatales es todavía escaso. Por lo
tanto, nuestro esfuerzo es analizar esta cuestión como uno de los aspectos de la
publicación de la Carta General y enriquecer la percepción de su circulación. A
partir de la discusión planteada por la revista A Informação Goyana relacionada
con los límites entre Goiás y Minas Gerais presentes en la Carta, buscamos
presentar una mayor densidad en la comprensión del federalismo establecido por
la República y las constantes tensiones entre los poderes locales y centrales,
obstáculos a las pretensiones de armonía y fortalecimiento del poder federal
Investigadora titular del Museu de Astronomia e Ciências Afins (
MAST
) y profesora de los
programas de postgrado en Historia (
UNIRIO
) y Enseñanza, Filosofía e Historia de la Ciencia
(
UFBA
/
UEFS
) - moema@mast.br
Estudiante de grado de Historia en la Universidade Federal de Rio de Janeiro y becaria del
Programa Institucional de Becas de Iniciación Científica/
CNPQ
en el Museu de Astronomia e Ciências
Afins (
MAST
) - andressabraz@mast.br
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pretendidas en el proyecto cartográfico.
Palabras clave
NACIÓN - CARTA GENERAL DE BRASIL - CARTOGRAFÍA LÍMITES - BRASIL
Introducción
La idea original de un mapamundi a escala 1:1.000.000 fue propuesta por el
geógrafo alemán Albrecht Penck (1858-1945) en el V Congreso Internacional de
Geografía de Berna (1891). En 1908, en el Congreso Internacional de Geografía
celebrado en Ginebra sobre el Mapa Internacional del Mundo, se determinó que las
hojas de mapa se prepararían en la proyección de polígono simple y a una escala de
1:1.000.000, con el meridiano cero en el Observatório de Greenwich en Londres1. Se
adoptó un sistema global de numeración de hojas, con el sistema métrico como
unidad de medida. Cada hoja cubriría 6 grados de longitud y 4 de latitud, y tendría
caracteres latinos para indicar la toponimia y otros nombres.
Sólo el país podía cartografiar su propio territorio, debido a los límites de
soberanía de los Estados-nación salvo en los casos en que justificaran la falta de
capacidad cartográfica y tuvieran una invitación formal para ser cartografiados por
agencias extranjeras. En América Latina, Brasil fue el único país que cartografió la
1 La Conferencia Internacional de Washington, reunida en 1884, definió el meridiano del Observatorio
de Greenwich, en Inglaterra, como punto de partida del sistema de longitud y tiempo y aprobó el
sistema de tiempo creado por Stanford Fleming, dividiendo el globo en 24 franjas horarias de 15º de
longitud cada una. Así, el meridiano inicial de este sistema mundial de tiempo se conoció como GMT
(Greenwich Mean Time). Cf. LUZ, Sabina. Observatórios, hora e fusos horários: tempo e ciência nos
periódicos da Primeira República do Brasil. Dossiê História da Ciência, Biblioteca Nacional Digital,
2022. Disponible en: https://bndigital.bn.gov.br/dossies/historia-da-ciencia/observatorios-hora-e-fusos-
horarios-tempo-e-ciencia-nos-periodicos-da-primeira-republica-do-brasil
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totalidad de su territorio durante un periodo de 7 años (entre 1915 y 1922), mientras
que Argentina sólo elaboró tres hojas referidas a su territorio2. El resto de los países
fueron cartografiados por la American Geographical Society (AGS)3, la Sociedad
Geográfica de los Estados Unidos, en su proyecto titulado “Mapa de la América
Hispana”.
En Brasil, el proyecto fue llevado a cabo por el Clube de Ingeniería 4 en 1915, y
dio como resultado la publicación de 50 hojas siguiendo las convenciones de la
Carta Internacional del Mundo al Millonésimo. La serie de recopilaciones fue dirigida
por el presidente del Clube de Ingeniería, el ingeniero Paulo de Frontin (1860-1933)5,
y organizada por el ingeniero Francisco Bhering (1867-1924). Las hojas presentadas
2 Según Carla Lois, el Instituto Geográfico Militar de Argentina no pudo completar en tiempo el
proyecto cartográfico general a escala 1:1000000, debido a un problema de lentitud en la
implementación de los métodos elegidos y dificultades para coordinar el trabajo de campo. (Lois,
2009: 264).
3 Institución dedicada al estudio de la geografía y su aplicación en el proceso de expansión del
territorio estadounidense, especialmente a partir de obras de infraestructura como la construcción de
vías férreas y líneas telegráficas en Estados Unidos.
4 Fundado en 1880 en Río de Janeiro, el Club de Ingenieros surgió en medio de las transformaciones
políticas y económicas que se estaban produciendo en Brasil a finales del siglo XIX. Reuniendo a
empresarios e ingenieros civiles, su objetivo era debatir cuestiones técnicas y formas de facilitar los
negocios y el proceso de modernización del país Cf. Duarte, Rildo Borges. Projetos para um país em
projeto. Terra Brasilis (Nova Série) [Online], n. 8, p.1-17, 2017. Disponible en:
http://terrabrasilis.revues.org/2071
5 André Gustavo Paulo de Frontin (1860-1933) fue ingeniero e histórico presidente del Clube de
Engenharia, que dirigió entre 1903 y 1933. También actuó en el escenario político de Río de Janeiro
como senador, diputado federal y alcalde de Río de Janeiro. Todavía como ingeniero, fue
responsable de realizar muchos de los servicios de reforma urbana del gobierno de Pereira Passos
(1902-1906).
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a la oficina de la Comisión Internacional se consideraron una contribución notable al
mapa internacional, sobre todo porque se enviaron en un período de baja
productividad de las hojas a escala mundial debido al final de la Primera Guerra
Mundial en 19186. La contribución brasileña - aunque se la considera “provisoria”
debido a algunas diferencias con la norma establecida7 - recibió elogios de los
geógrafos británicos por los buenos colores y la calidad de impresión de las hojas.
Cabe señalar que la cartografía es un poderoso recurso en el proceso de afirmación
de la territorialidad estatal; además, la elaboración de mapas también tiene una
función simbólica con el objetivo de difundir una determinada representación del
espacio nacional.
En este artículo trataremos las insatisfacciones suscitadas por la revista A
Informação Goyana tras la publicación de la Carta do Brasil de 1922 sobre la
representación de los límites entre los territorios de Minas Gerais y Goiás. Creada en
1917 y activa hasta 1935, la revista A Informação Goyana nació en medio de
debates y preocupaciones sobre el futuro de Brasil y su necesidad de modernización
y civilización, especialmente impulsada por las celebraciones del Centenario de la
6 A finales del siglo XIX asistimos a una creciente internacionalización de la ciencia a través de
congresos y proyectos internacionales de alcance global, como la producción de un mapa mundial a
escala millonésima. Con el desarrollo de la navegación a vapor y del telégrafo, la comunicación se
hizo más rápida y se favorecieron los intercambios entre científicos. El inicio de la Primera Guerra
Mundial en 1914, que duró cuatro años, interrumpió este proceso, cuando la comunicación y la
circulación de información se volvieron inviables ante un conflicto global.
7 El término "provisional" en las páginas de la Carta General de Brasil de 1922 tiene que ver con el
período en que fueron producidas. Es importante tener en cuenta que la Comisión Internacional de
Mapas Mundiales, como su nombre indica, estaba preparando un planisferio global. Así, las cartas
producidas a lo largo de este proceso fueron, en consecuencia, provisionales. Por lo tanto, este
término no significa baja calidad o incumplimiento de los estándares establecidos por la Comisión.
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Independencia (Lisboa, 2019: p.43). Su objetivo es afirmar la necesidad de pensar
en lo local para garantizar lo nacional, señalando la necesidad de valorización y
mejoras para el estado de Goiás como parte del proceso de construcción e
integración de la nación.
En 1922, la revista inició una serie de publicaciones destinadas a refutar y
exigir cambios en los lineamientos de la Carta, que no estarían de acuerdo con la
decisión legal que dispuso el territorio de cada estado, esfuerzo que ocupa las
páginas de la publicación hasta 1924. De esta manera, comprender cómo las
controversias presentes en el proceso de construcción de una representación
cartográfica de la nación revelan las disputas políticas de esta nación.
Las disputas de poder entre los diferentes sectores implicados en la
elaboración de un mapa se concretan en la producción cartográfica a través de las
desavenencias sobre qué se representará y cómo. Esto involucra cuestiones que se
consideran puramente técnicas, como escala, topografía, medios de recolección de
datos, colores y símbolos, así como los lugares que serán representados,
poblaciones, mallas de infraestructura, recursos naturales, fronteras y límites.
(Harley, 2005). Las presencias y ausencias en el mapa reflejan las pérdidas y
ganancias de los grupos involucrados, convirtiéndolo en el centro de los intereses en
conflicto.
La Carta al Millonésimo y el Club de Ingeniería
Inicialmente, la responsabilidad de preparar el mapa recayó en la Comisión de la
Carta General de Brasil, comandada por el ejército brasileño y resultado de un
proyecto desarrollado a lo largo de 1901. Tras una serie de críticas a la labor de los
militares por parte de sectores influyentes de la sociedad brasileña, el gobierno
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central, en 1915, transfirió la tarea del Ministerio de Guerra al Ministerio de Vías y
Obras Públicas. El método elegido ha sido la recopilación de los mapas y planos
existentes, complementada con algunos trabajos de campo8. Así comenzó una
nueva etapa en la Carta brasileña, marcada por el protagonismo de los ingenieros
civiles y sus asociaciones profesionales.
Diversos segmentos de la sociedad venían reclamando un mapa nacional
desde finales del siglo XIX: para el Estado, un mapa facilitaría la acción política y
administrativa en el territorio; los militares lo consideraban una pieza fundamental
para la defensa nacional; los empresarios necesitaban un mapa nacional fiable que
hiciera viables las grandes obras (ferrocarriles, puertos, carreteras); y por último, la
sociedad civil absorbió los discursos modernizadores y nacionalistas en torno al
mapa, convirtiéndose en un importante grupo de presión a favor de su elaboración.
El panorama internacional, en aquella época, estaba marcado por las iniciativas
de normalización de las prácticas científicas en general. En la cartografía, esta
preocupación se centró en las formas de elaborar y representar de las cartas
geográficas. Existe, por tanto, una intersección de intereses nacionales y
cosmopolitas en la trama que supuso la elaboración de la Carta de 1922, que aún no
han sido sondeados por la historiografía existente.
En una de las principales celebraciones oficiales de la Primera República, se
presentó una primera edición del mapa nacional elaborado por el Clube de
8 El trabajo de campo se utilizó principalmente para medir posiciones astronómicas de latitud y
longitud. Para más información sobre este tema, consulte la obra de Rildo Borges Duarte: Duarte,
Rildo Borges. Cartografias Capitais: Os projetos do Mapa Internacional do Mundo e da Carta do Brasil
ao Milionésimo (1891-1930). 2018. Tese (Doutorado em Geografia Humana) – Programa de Pós-
Graduação em Geografia Humana da Faculdade de Filosofia, Letras e Ciências Humanas,
Universidade de São Paulo, São Paulo.
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Ingeniería en la Exposición del Centenario de la Independencia de Brasil, en 1922.
Este mapa supuso un gran esfuerzo de internacionalización de los estándares
cartográficos de las distintas agencias cartográficas del globo, y se organizó según
los parámetros de la Carta del Mundo al Millonésimo (1909).
Francisco Bhering (1867-1924) fue el relator de esta comisión, tarea que realizó
gracias a su experiencia profesional como profesor de las Escuelas Politécnicas de
São Paulo y Rio de Janeiro, como ingeniero y director de la Oficina General de
Telégrafos y como organizador del proyecto de instalación de líneas telegráficas de
Mato Grosso a Amazonas. Su trabajo en estas y otras instituciones lo puso en
contacto con muchos mapas y cartógrafos, familiarizándolo con aspectos detallados
del territorio brasileño. El trabajo de Bhering y su equipo se centró principalmente en
la organización y compilación de estos mapas. En la actualidad, gran parte de esta
documentación cartográfica, con más de mil mapas, se encuentra en el Fondo
Francisco Bhering del Archivo Nacional, ubicado en Río de Janeiro9.
Como resultado, la Carta Geográfica do Brasil se produjo en tres escalas, a
saber, 1: 1.000.000, 1: 2.750.000 y 1: 5.000.000. La primera se imprimió en el
Instituto Cartográfico Dietrich-Reimer de Berlín y obedecía a las instrucciones para la
organización de la Carta del Mundo al millonésimo, estando dividida en 52 hojas. La
segunda carta era una reducción de copias del original (producida a escala 1:
2.000.000 y debía utilizarse sólo para exposiciones). La impresión de diez mil
ejemplares, en ocho colores, se encargó al Instituto Cartográfico de París (Duarte,
2014: 14).
9 El Archivo Nacional es el órgano central del Sistema de Gestión de Documentos y Archivos (SIGA),
de la administración pública federal brasileña, parte de la estructura del Ministerio de Gestión e
Innovación en los Servicios Públicos.
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Cabe subrayar que la Carta de 1922 incluía el Mapa de Mato Grosso,
elaborado por la Comisión de Líneas Telegráficas Estratégicas de Mato Grosso a
Amazonas (también conocida como Comisión Rondon), y el Cuadrilátero de Cruls —
la ubicación de la futura Capital Federal, que en la época era sólo un proyecto. Otra
observación significativa es que fue en esta Carta General donde Acre se representó
por primera vez como parte del “cuerpo” de la nación brasileña.
La historiadora Carla Lois nos cuenta que el programa cartográfico del Club de
Ingeniería formaba parte del Proyecto de la Carta del Mundo al Millonésimo. A partir
de la creación del Instituto Brasileño de Geografía y Estadística (IBGE)10, este
conjunto de mapas producidos por el Club se fue reeditando hasta el final del siglo
XX, con correcciones y añadidos necesarios (2015: 212).
La Carta General de Brasil al Millonésimo fue el único mapa realizado por el
propio país, siguiendo la recomendación del Comité Internacional de la Carta del
Mundo al Millonésimo. Ya el resto de América Latina fue cartografiado por la
American Geographical Society (AGS).
El geógrafo inglés John Brian Harley (2005) fue uno de los responsables de la
revisión epistemológica del campo de la historia de la cartografía. Nos enseña que
los mapas no son neutrales y que los historiadores deben aprender a leer los mapas
como textos, puesto que son un conjunto de signos que se han organizado según la
ideología de sus autores. La lectura intrínseca de los mapas es contraintuitiva,
puesto que en un primer momento tenemos una impresión de paz y armonía como si
estuviéramos ante una representación fiel de la realidad. Todavía, para un análisis
no positivista de los mapas, es necesario situarlos en su contexto con sus tensiones
10 Organismo del gobierno federal responsable de recopilar, producir y analizar datos estadísticos
sobre el territorio brasileño y su población.
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y conflictos, e identificar las intenciones de sus agentes y los distintos procesos de
producción: desde el trabajo de campo, gabinete, la impresión y la circulación. Por lo
tanto, es esencial que recordemos que los mapas que tenemos entre manos son un
producto complejo que requiere varios conocimientos.
Asimismo, conviene observar que el desafío historiográfico del presente
proyecto tiene dos desdoblamientos: el primero es profundizar la aproximación entre
los campos de la historia de la ciencia y la historia de la cartografía en Brasil;11 el
segundo es proporcionar, ante la proximidad de las celebraciones del bicentenario
de la Independencia y del centenario de la Carta de 1922, una nueva mirada al
binomio ciencia y nación.
Acerca de la relación entre los mapas y el nacionalismo, Benedict Anderson ya
había señalado esta cuestión en su libro Comunidades Imaginadas en su edición
revisada de 1991. Para él, el censo, el mapa y el museo serían elementos de gran
fuerza simbólica en la construcción de la nacionalidad, especialmente en los estados
con un pasado colonial. El problema de este análisis es que Anderson sólo ve una
dirección (centro-periferia) en el uso de estas instituciones occidentales en las
naciones recién creadas. El autor pasó por alto la dimensión circular de las ciencias,
así como la autonomía de los agentes locales en la producción de conocimientos.
Sin embargo, Anderson destacó el papel del mapa-logotipo que estaba en todas
partes, en carteles, anuncios y en diversos impresos, como un elemento importante
en la construcción del nacionalismo, y creemos que más allá del uso científico, la
Carta General de 1922 también ejerció esta función.
11 A nivel internacional, la relación entre los campos de la historia de la ciencia y los estudios
cartográficos se produce con mayor frecuencia; un ejemplo de ello es el reciente trabajo de Simon
Shaffer y Kapil Raj.
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En materia de las discusiones sobre el proyecto del Ejército de 1901 para la
Carta General, nos permite ver cómo los agentes nacionales se relacionan con los
modelos europeos y articulan sus propios intereses. Una vez que el método
propuesto en el documento de 1901 era el método de triangulación utilizado por
Francia en el siglo XVIII, el Club de Ingeniería lo consideró inadecuado debido a las
dimensiones continentales de Brasil.
Entre finales del siglo XIX y principios del XX, observamos el proceso de
universalización de la ciencia y de estandarización del lenguaje científico, y los
congresos internacionales fueron un locus estratégico para este empeño. La
participación de Brasil en el proyecto de la Carta Mundial es parte de este proceso.
La elaboración de un mapa nacional que sigue la estandarización del lenguaje
cartográfico internacional es un reflejo de la búsqueda de la inclusión del país en la
lista de naciones “civilizadas”.
La Circulación de la Carta de 1922
A primera vista, la publicación de la Carta General puede dar una impresión de
unidad y ausencia de conflictos inherentes al proceso de construcción de la nación.
Pero si examinamos más de cerca las noticias sobre la circulación de la Carta,
vemos que las cuestiones relativas a las fronteras interestatales amenazaban
constantemente esta pretensión de armonía y unidad. Con disputas que se
arrastraban desde el período colonial, la República tenía 27 cuestiones de límites
pendientes hasta el año 1920 (Fernandes, 2017: 27).
Estas cuestiones pendientes constituyeron intensos conflictos entre los estados
de la federación y obstáculos para el ejercicio del poder federal, lo que exigío
negociaciones y estrategias para mantener el orden. La no resolución de estas
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cuestiones puso en riesgo el ideal de una nación armónica y unida, empleándose
mayores esfuerzos para resolverlas hasta el Centenario de la Independencia
(Fernandes, 2017: 126). La Carta General de 1922 formó parte de estos esfuerzos,
tratando de resolver dichos conflictos en el ámbito simbólico de la representación
cartográfica, a pesar de las disputas que aún existían en el ámbito jurídico.
La Carta Geográfica de Brasil, por ejemplo, fue tratada en ese momento de
principios de siglo como un devenir por Thiers Fleming (1880-1971), ingeniero naval.
En sus palabras, la Carta debería ser “expurgada de los territorios litigiosos o
disputados en las fronteras de los estados hermanos” (apud Fernandes, 2017: 127-
128). La soberanía nacional fue un factor indispensable para la afirmación del
Estado en el exterior y en el interior, en un momento en el que el territorio, la
delimitación y la demarcación de las fronteras y los límites se convirtieron en
elementos centrales de la acción gubernamental. Como señala FrancimarIlha da
Silva Petroli (2018), el control sobre el territorio es fundamental para la concreción
del Estado-nación,
[...] pensado como continuo y entero, desarrollando el ejercicio del dominio político sobre
la totalidad de sus habitantes. El territorio, según este punto de vista, debía estar
separado de otros territorios similares por fronteras y límites claramente establecidos,
para permitir la existencia de la soberanía que, en este contexto, se concretaría a través
de la unidad territorial. (PETROLI, 2018: p.46)
Por ello, la redacción de la Carta General de 1922 fue esencial para garantizar y
demostrar la soberanía nacional a través de su territorialidad. Sin embargo, este
objetivo también encontraría obstáculos. A pesar de no formar parte de los
mecanismos tradicionales de disputa de los límites interestatales, la producción
cartográfica adquiere este papel desde la Carta General. Este hecho se debe al
descontento expresado en la revista A Informação Goyana, publicado mensualmente
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y distribuido entre 1917 y 193512. Estos descontentos eran en torno a las rutas entre
los estados de Goiás y Minas Gerais, presentadas en los borradores de la Carta
General, en 1922.
La disputa sobre los límites entre los dos estados existía desde el Imperio. Es
en 1919, durante el Sexto Congreso Brasileño de Geografía, organizado por la
Sociedad Geográfica de Rio de Janeiro13, con el apoyo del Club de Ingeniería y del
Instituto Histórico y Geográfico Brasileño (IHGB)14, que la cuestión se encamina a su
resolución legal.15
12 Ubicada en la Fundación Biblioteca Nacional de Río de Janeiro, la revista puede consultarse en el
portal en línea Hemeroteca Digital, disponible en:
http://memoria.bn.br/docreader/DocReader.aspx?bib=176648&pagfis=1281
13 Creada en 1883, la Sociedad Geográfica de Río de Janeiro tuvo como principal objetivo difundir el
conocimiento científico a través del intercambio de publicaciones, participación en congresos,
intercambio de correspondencia con instituciones extranjeras similares y apoyo a iniciativas de
exploración del territorio nacional, además de promover eventos destinados a la divulgación del
conocimiento sobre el país, como los Congresos Brasileños de Geografía. Cf. Cardoso, Luciene
Pereira Carris. Meio século de Congressos Brasileiros de Geografia: impressões de uma releitura.
Terra Brasilis (Nova Série) [Online], n. 8, p.1-22, 2017. Disponible en:
http://terrabrasilis.revues.org/1975
14 Fundado el 2 de octubre de 1838, el Instituto Histórico y Geográfico Brasileiro es la entidad más
antigua y tradicional para promover la investigación y la preservación histórico-geográfica, cultural y
de las ciencias sociales en Brasil.
15 La participación de las instituciones científicas en la organización de espacios para el debate de las
fronteras interestatales apunta a la participación activa de la ciencia en la cuestión y, más
ampliamente, en el proyecto de nación. Aunque no eran espacios oficiales para resolver las
cuestiones y no podían resolverlas de hecho, las discusiones mantenidas desde estos eventos e
instituciones fueron importantes para impulsar procesos y resoluciones futuras.
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En esta ocasión, el acuerdo firmado entre Goiás y Minas garantizaba la
resolución del conflicto a partir de un Tribunal de Arbitraje, en el que el árbitro
elegido de común acuerdo era el entonces presidente Epitácio Pessoa. El
procedimiento de arbitraje estipulaba que la decisión final debía ser reconocida
como inapelable por ambas partes, no obstante, cualquier desacuerdo (Fernandes,
2017: 97). El resultado de este tribunal fue el laudo arbitral de julio de 1922, que
ganó el caso para Goiás y cerró la disputa en el ámbito jurídico.
Ya en 1918, el contralmirante y miembro de la junta directiva del Club de
Ingeniería, José Carlos de Carvalho, publicó en la revista una advertencia sobre los
errores que no se debían cometer al trazar los límites de Goiás y sus estados
vecinos, especialmente Minas Gerais. Con todo, es solamente en 1922 que la
revista inicia una serie de publicaciones continuas y contundentes para refutar y
exigir el cambio de las líneas de la Carta que no estuvieran de acuerdo con el laudo
arbitral, esfuerzo que ocupa las páginas de la revista hasta el año 1924. Con ello, la
cuestión que estaba legalmente resuelta vuelve a ser objeto de discusión. Sin
embargo, el debate se desarrolla en nuevos términos. Ya no hay controversia sobre
la delimitación o demarcación de los límites, cuestión resuelta por el laudo arbitral en
1922, sino sobre su representación en los dibujos de la Carta General de 1922.
Creada en 1917 y activa hasta 1935, la revista A Informação Goyana nació en
medio de los debates suscitados por las celebraciones del Centenario de la
Independencia, en los que los problemas y el destino de la nación pasaron a ser
centrales en los análisis y estudios de los intelectuales de la época. La revista surge
como una propuesta del periodista, militar y político Henrique Silva (1865-1935) y del
médico, militar, político y escritor Antônio Americano do Brasil (1892-1932), ambos
nacidos en Goiás y residentes en Río de Janeiro, con el objetivo de informar y
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presentar las riquezas y potencialidades del estado de Goiás para el progreso de la
nación (Lisboa, 2009: 15).
La sede de la revista en Río de Janeiro es estratégica, ya que su público
objetivo eran las élites políticas y económicas ubicadas en las regiones sur y
sureste. Hablando desde la capital, los redactores de la revista pretendieron refutar
las imágenes y narrativas negativas sobre Goiás que circularon en la prensa carioca
y nacional, creando un contradiscurso de valorización y apreciación de las riquezas
de Goiás y su importancia para el desarrollo nacional. Como parte del interior
brasileño, retraso y decadencia eran palabras comúnmente asociadas con Goiás,
geográfica y socialmente distante del moderno y civilizado Río de Janeiro
(Nepomuceno, 2003: 7).
La revista se inserta así en un campo de disputas en torno a las
representaciones de Goiás. A partir de la publicación de la Carta General en 1922,
ese campo ya no se limita a la prensa, ingresando al espacio de la producción
cartográfica. Ahora, a la negación de las imágenes y discursos contenidos en los
diarios cariocas se sumó la lucha contra la representación de los límites del estado
de Goiás en la Carta, hecho que vuelve a la vieja y ya resuelta cuestión de los
límites con Minas Gerais.
Las tensiones no son entre los gobiernos de Goiás y Minas Gerais — que
ni siquiera se mencionan — sino entre los intelectuales responsables de la
publicación de la revista y Francisco Bhering16, que es el blanco central de sus
cuestionamientos. Podremos utilizar como ejemplo la edición de noviembre de
1922:
16 Destacamos que además de haber nacido en Minas Gerais, Bhering tuvo una participación efectiva
en la elaboración del mapa del estado realizado para las celebraciones del centenario en 1922.
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Cuando todas las personas sensatas habían supuesto que la centenaria disputa sobre
los límites entre los dos grandes estados centrales de la República había quedado
definitivamente resuelta, en virtud del brillante informe del ex presidente Dr. Epitácio
Pessoa, sentencia que el entonces presidente de Minas Gerais, Arthur Bernardes, había
acatado noblemente [...] aquí aparece un borrón de la ‘Carta General de Brasil en
conmemoración del Primer Centenario de la Independencia de Brasil’, etc., organizado
por el Club de Ingeniería, bajo la presidencia del Sr. André Gustavo Paulo de Frontin,
con el Sr. Francisco Bhering como relator (1922). Este mapa (que afortunadamente no
tiene carácter oficial, ni puede llegar a tenerlo), en la parte relativa a la zona limítrofe de
los Estados de Goyaz y Minas, entraña burdas mistificaciones que atestiguan
grandemente no sólo contra la probidad científica del Sr. Francisco Bhering, alto
funcionario de la República, sino también contra el alto concepto en que todo es
justamente la respetable asociación que se vincula a los nombres de las mayores glorias
de la ingeniería nacional [...]. (A Informação Goyana, noviembre de 1922: 1)
Adelante, el redactor sigue argumentando:
No tiene sentido común, e incluso estamos diciendo que implica serias
responsabilidades técnicas o profesionales, la interpretación innegablemente errónea
que el relator de la Carta Geográfica de Brasil Conmemorativa del Centenario de la
Independencia entendió de tomar ad libitum de las claras conclusiones del laudo arbitral
de 16 de julio de 1922 que ganó el caso, a través de la junta, el estado de Goyaz en su
más que secular pendencia de límites con Minas Geraes. [... Pero es bueno ver que esta
estampa hecha con poco esmero, que tanto compromete la ingeniería nacional, bajo
todos los puntos de vista, sólo podría ser aplaudida y justificada, a menos que sea en las
improvisaciones de conocida asociación científica, no implica en modo alguno los límites
geográficos de Goyaz. (A Informação Goyana, febrero de 1924: 28)
Creador, redactor jefe y mentor intelectual de A Informação Goyana, Henrique Silva
escribe la mayoría de los artículos que tratan de la Carta de Brasil. Formado en la
Escuela Militar Praia Vermelha de Río de Janeiro, fue un militar, periodista e
intelectual con un fuerte papel en la construcción de una historia científica de Goiás,
basada en los principios científicos que permearon su formación en la Escuela
Militar. Su argumentación se aleja de la principal preocupación de la época y, sobre
todo, de la elaboración de la Carta: la legitimidad científica. Al señalar los errores en
el trazado de los límites entre Goiás y Minas Gerais, identifican una falla en el rigor
científico pretendido por el proyecto, poniendo también en jaque la legitimidad del
trabajo del ingeniero Francisco Bhering y del Club de Ingeniería.
Según él, Bhering ignoró toda la resolución del litigio en el ámbito jurídico que
decidió a favor del estado de Goiás y desconoció el laudo arbitral, basándose en
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documentos invalidados por el dictamen final del Tribunal de Arbitraje para trazar los
límites entre los dos estados en la Carta General. Estos documentos representan el
territorio en disputa como perteneciente a Minas Gerais, de ahí el descontento de
Goiás.
Parece incluso increíble que haya habido aquí alguien con el inaudito valor de intentar
engañar no sólo los claros términos del laudo arbitral del sabio jurisconsulto, sino
también los del acuerdo del 1 de septiembre de 1919 – que fue acordado por el entonces
Presidente de Minas Gerais, el Dr. Arthur Bernardes, cuya amabilidad llegó a felicitar al
Gobierno de Goyaz por el feliz final de este centenario litigio. Pero hubo, y este fue el
ingeniero civil Sr. Francisco Bhering, Director de la Oficina General de Telégrafos - que
dibujó ad libitum los límites de Goyaz y Minas no sólo en el mapa del Centenario, así
como el estado de Minas Gerais, dando este último ultra-petita en flagrante desprecio
por el laudo arbitral ("A InformaçãoGoyana", junio de 1923: p. 2).
En su descontento con la Carta General, lo que estaba en juego era la defensa de la
importancia del estado de Goiás para el panorama nacional y la necesidad de
pensar en lo local para garantizar lo nacional, señalando la necesidad de
valorización y mejoras para el estado de Goiás como parte del proceso de
construcción e integración de la nación. Si su representación era defectuosa, todo el
proyecto — y, por tanto, la imagen de Brasil — también podría ser cuestionado. Así,
la “interpretación innegablemente capciosa” que se hace sobre los límites del Estado
representa un defecto técnico que va más allá de la imagen del propio Estado,
amenazando toda la legitimidad de la imagen del país y de las técnicas científicas
utilizadas para su construcción. Por lo tanto, la representación correcta de Brasil es
representar correctamente a Goiás.
En su crítica, Henrique Silva cuestionó no sólo la capacidad técnica de Bhering,
sino también su ética profesional, acusándolo de favorecer conscientemente a su
estado natal, Minas Gerais:
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[...] Resumiendo. Lo que Bhering premeditó y quiso hacer fue dar a su estado el río Preto
y más fuentes del río Urucuia, que provienen del territorio de Goiás reconocido por los
propios mineros. (A Informação Goyana, mayo de 1923: p.77)
[...] Lo que dijo el Sr. Bhering son cuentos amplios, miserias indeclinables, que ponen a
prueba una vez más su asombrosa ignorancia del aspecto físico de la región del altiplano
del centro de Brasil. Pero a pesar de que el intruso que se hacía llamar delegado de
Goyaz apareció en el Club de Ingenieros, sentí que se olvidaba de todo, incluso de que
el subversivo relator del Mapa del Centenario redujera de 747.317 a 660.193 kilómetros
cuadrados la superficie del Estado de Goyaz. [...] La ejecución descuidada del trabajo del
Sr. Bhering se comprueba, entre otras muchas, en la omisión de la muy industrial
localidad de Goyana Registro de (ilegible) [...]. (A Informação Goyana, junio de 1923:
p.90)
Está claro que, para Henrique Silva, los errores denunciados son responsabilidad de
Bhering. Al decir que el ingeniero “subversivo” hace interpretaciones “capciosas” y
“maliciosas”, el periodista centra todo el proyecto, que implica a varias instituciones y
personas, en la figura del ingeniero. A las dudas sobre las intenciones personales y
el carácter del ingeniero, hay que añadir el supuesto desconocimiento de Bhering
sobre la región. Su capacidad técnica es cuestionada por no conocer Goiás,
reforzando la idea de que sin ella no es posible concebir la nación en su totalidad. Es
en el contexto del federalismo instituido por la República y de las constantes
tensiones entre los poderes locales y centrales que podemos interpretar la
impugnación de Goiás a la Carta General como un reflejo de estas tensiones,
constituyendo un obstáculo a las pretensiones de armonía y fortalecimiento del
poder federal que pretende la Carta General.
Miembro del Club de Ingeniería, de la Sociedad Geográfica de Rio de Janeiro
y director general de la Oficina General de Telégrafos17, Bhering circuló entre los
medios privados, científicos y del gobierno federal. Así, representó a las principales
17 Organismo del gobierno federal creado en 1864 con el propósito de construir, mantener y
supervisar el servicio de telégrafos en el país.
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partes interesadas en el proyecto de la Carta de Brasil. Las críticas dirigidas a su
figura se extendieron a las instituciones a las que pertenecía.
Para A Informação Goyana, los errores presentados en la Carta refuerzan la
falta de conocimiento e interés que presentan los centros públicos, privados y
científicos de Brasil en relación con Goiás. Al individualizar la responsabilidad de los
errores y aciertos de la Carta en la figura de Bhering, la revista también pretendía
llegar a estas instituciones, especialmente al gobierno federal, señalado como poco
interesado en el desarrollo del estado. Unir aquí los intereses de representar
adecuadamente a Goiás y el propósito principal de la revista, que es hacer visible y
atraer inversiones al estado.
Este posicionamiento refleja las intensas disputas y negociaciones necesarias
para el ejercicio del poder republicano en las primeras décadas del siglo XX.
Negando los trazos dibujados en la Carta, los intelectuales de Goiás defienden su
región, no aceptando borrones ni distorsiones ni siquiera ante un proyecto nacional.
Se trata, por tanto, de una afirmación de las intenciones estatales/locales frente a las
federales/nacionales contenidas en el proyecto de la Carta General de 1922. De este
modo, está en juego no sólo la representación de los límites fronterizos entre los
estados, sino sobre todo la distribución del poder dentro del proyecto republicano
federalista.
Algunos de los artículos acompañan mapas y documentos utilizados en los
argumentos de la revista. Sin embargo, la continuidad de la pandemia de covid-19,
la imposibilidad de acceder a los archivos físicos y la falta de digitalización de casi
todos los materiales citados impidieron que la investigación procediera a un análisis
propiamente cartográfico de la cuestión, como se pretendía inicialmente.
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Sin embargo, el silencio de intelectuales, políticos y líderes de Minas Gerais
sobre el tema llamó la atención. Aunque no era el objetivo de los descontentos de
Goiás, es extraño que ningún periódico de Minas Gerais se hiciera eco del asunto en
aquella época. Por su parte, periódicos de gran tirada de Rio de Janeiro, la capital
republicana, como O Jornal18 y O Paiz19 incluyeron espacio en sus páginas para
comentar o incluso reproducir textos procedentes de A Informação Goyana.
El silencio de los periodistas mineros se puede interpretar como una falta de
interés en el tema por no cambiar la resolución legal que favorecía a Goiás. El error
señalado en la Carta de 1922 no afectaba en absoluto a la situación de Minas
Gerais, sólo a la de Goiás. Si el territorio en disputa fuera representado en la Carta
como parte de Minas, el daño sería sólo para el estado de Goiás.
Esta idea se ve reforzada por la única posición minera encontrada durante la
investigación, el artículo escrito por el diputado Augusto de Lima (1859-1934) en el
periódico de Río de Janeiro O Jornal en 1923. En este periódico, las insatisfacciones
del Goiás se reflejan en 7 artículos que exponen y avalan la posición de Goiás
contra la Carta de 1922. Publicado en junio de 1923, el artículo “La Carta del
Centenario” señala que
[...] No nos interesa la cuestión de los límites entre los dos estados, que incluso no
habría oportunidad de discutir, ya que, resuelto por el laudo arbitral, tendrá que seguir el
curso normal de la demarcación topográfica. Lo que hay que aclarar es el "valor relativo",
18 O Jornal fue un periódico matutino de amplia circulación creado por Renato de Toledo Lopes en
1919, quien permaneció como director hasta 1924, año en que el periódico fue comprado por Assis
Chateaubriand.. Cf. Brasil, Bruno. O Jornal. Biblioteca Nacional Digital, 12 nov. 2015. Disponible en:
https://bndigital.bn.gov.br/artigos/o-jornal/
19 O Paiz fue un diario de gran tirada lanzado el 1 de octubre de 1884, en Río de Janeiro, por João
José dos Reis Júnior, conde de São Salvador de Matozinhos. Cf. Brasil, Bruno. O Paiz. Biblioteca
Nacional Digital, 02 abril 2015. Disponible en: https://bndigital.bn.gov.br/artigos/o-paiz/
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como acertadamente señala el secretario de la "Carta du Monde", de cada una de las
partes que componen la Carta del Centenario, tanto en cuanto a su expresión artística,
como en relación con la eficacia técnica y la significación científica, compatibles con la
responsabilidad oficial de la administración pública y con la probidad profesional del Club
de Ingeniería, bajo cuyos auspicios fue elaborada (O Jornal, 27 de junio de 1923: p.1)
Fundado por el periodista Renato de Toledo Lopes, director hasta 1924, el periódico
de publicación diaria expresó su preocupación por la responsabilidad y legitimidad
científica presentes en la elaboración de la Carta de Brasil, entendiendo la
importancia del proyecto a escala nacional e internacional. Por lo tanto, era
necesario resolver rápidamente el impasse presentado por Goiás para que Brasil no
dejara de cumplir con esta importante tarea. Vale señalar que durante la dirección de
Toledo Lopes, O Jornal se dedicó principalmente a temas literarios y científicos
(Leal, s.f), lo que puede ayudar a comprender el impacto de las preguntas de Goiás
en sus páginas.
Siguiendo con el tema, en agosto de 1923, en el artículo “La Carta Geográfica
de Brasil”, el periódico afirmó su posición a favor de las protestas goianas:
[...] Aunque la pendencia no nos parece que pueda suscitar mayor interés, ya que está
resuelta por el laudo arbitral inapelable del ex Presidente de la República, desde el
principio, examinando la Carta del Centenario, no hay quien no juzgue justificable la
actitud de la delegación de Goyaz, ya que el proyectista, al trazar la línea divisoria de
Minas Geraes, la desvió hasta hacerla atravesar el territorio federal de la Meseta Central
de la República, que todo el mundo sabe que ha sido escrupulosa y técnicamente
demarcada en el corazón de ese estado [...] (O Jornal, 22 de agosto de 1923: 1 ).
El apoyo de un periódico de amplia circulación y relevancia en los asuntos de la
capital de la República promovió un mayor peso y visibilidad a los esfuerzos de la
revista, ya que tanto el gobierno federal como el Club de Ingeniería tenían su sede
en Rio de Janeiro. Así, el único posicionamiento de Minas Gerais disponible en O
Jornal puede ser consecuencia de la proyección del periódico en la época, que al
revertir la protesta de Goiás exigió alguna posición de Minas.
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Así, Augusto de Lima (1859-1934), delegado de la comisión minera en las
negociaciones jurídicas del litigio, escribe que
Ha habido algunas quejas, por parte de Goyaz, contra el trazado de sus límites con el
Estado de Minas, en el mapa geográfico de Brasil, preparado por el Club de Ingeniería.
Los técnicos que han participado en estos trabajos afirman, sin embargo, que el trazado
se ajusta al informe emitido por el Dr. EpitácioPessôa, árbitro en el litigio entre los dos
estados. No tengo datos topográficos para juzgar el caso, ni me corresponde superponer
mi opinión amadora a los profesionales que dibujaron la carta del centenario [...]
Desconozco la carta geográfica del centenario, que provocó los reparos y protestas de
los ilustres delegados de Goyaz. Durante su preparación, no me reuní con los técnicos
responsables. Después del informe, sólo intercambié ideas con mi eminente amigo, el
presidente de Minas, Arthur Bernardes, a quien rendí cuentas de la honorable misión que
me había sido delegada, y que terminó con el laudo arbitral del Dr. EpitácioPessôa. No
es culpa mía ni gloria de las interpretaciones cartográficas del laudo arbitral sobre Goyaz
y Minas, ni de la indicación, prevalencia y posible malogro de los límites victoriosos en el
laudo [...]. (O Jornal, 9 de agosto de 1923: p. 1)
Por lo tanto, la posición del delegado es la de abstenerse. Al enfatizar su no
participación en la elaboración de la Carta y la aceptación del laudo arbitral,
pretende eliminar cualquier intento de culpar a la comisión o al gobierno de Minas
Gerais de los errores señalados por Goiás. Sin embargo, no defiende el
reconocimiento irrestricto del laudo para la cuestión, incluso en vista de su firmeza.
Sólo pretende no involucrar a la parte de Minas Gerais en el asunto y defenderse de
posibles acusaciones.
Esto nos lleva a pensar que las posiciones adoptadas por ambas partes están
directamente relacionadas con el resultado de la disputa en el ámbito jurídico. Si
para Goiás el resultado favorable lo moviliza para cuestionar la Carta, en la misma
medida para Minas Gerais, que perdió el caso, esta movilización no sería necesaria.
A esto hay que añadir la importancia de los mapas y de los documentos
cartográficos e históricos para la apertura y el desarrollo de las disputas fronterizas
de la época. Como señala el historiador Saúl Estevam Fernandes,
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[...] con el proceso de judicialización de las cuestiones de límites, se introdujo el uso de
pruebas y se emitieron dictámenes basados en ellas. Esto demuestra que los antiguos
acuerdos con intereses mutuos fueron sustituidos por juicios en los que estos intereses
se aislaban en función de los documentos presentados y de la ejecución a través de las
leyes vigentes, lo que llevó a una importante carrera por encontrar documentos y a la
creación de instituciones para preservarlos. (Fernandes, 2018: pp.99-100)
Por lo tanto, la representación errónea en la Carta podría sentar un precedente para
la reanudación del conflicto legal por parte de Minas Gerais. Garantizar la
representación de los límites tal y como se estableció en el laudo arbitral de 1922
era extremadamente importante para el mantenimiento de la integridad territorial de
Goiás — y el territorio brasileño en su conjunto — en el presente y, sobre todo, en el
futuro.
Sin perspectivas de reanudar la disputa en el ámbito legal, a Minas le
correspondía mantenerse al margen del conflicto. Sin defender la obra de la Carta
General de 1922 ni la revista de Goiás, los mineros optaron por mantenerse exentos
y distantes de un conflicto que, a su juicio, ya no les correspondía disputar.
Consideraciones Finales
La relación entre territorio y soberanía nacional, evidentemente, no es un fenómeno
exclusivamente brasileño o republicano. Una amplia bibliografía internacional
muestra cómo el conocimiento geográfico actuó para consolidar la soberanía
nacional en el territorio, en diferentes contextos nacionales. Los Estados absolutistas
que se formaron en Europa entendieron claramente la dimensión territorial y el
ejercicio de la política. Por ello, se esforzaron en promover la producción de ciertos
conocimientos y prácticas, entre los que se encontraban ordenar, cartografiar y
controlar el territorio. A través del desarrollo de estos conocimientos, sería posible
lograr nuevas formas de dominio político y organización de sistemas de expansión,
administración y gobierno del Estado cada vez más eficientes (Escolar, 2010).
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En esta relación, el mapa aparece como la principal herramienta de
construcción y expresión de la soberanía nacional. El mapa es una interpretación de
la realidad a partir de ciertas intencionalidades y criterios. No se trata de una visión
falsa o poco veraz, sino de una visión parcial de la realidad, en la que los grupos
responsables de su elaboración buscan imprimir una determinada imagen para
conseguir sus objetivos. Lejos de la neutralidad e imparcialidad deseada en el
contexto de su surgimiento en el siglo XIX, la cartografía implica procesos de
producción que no escapan a las tensiones y disputas del entorno político y social en
el que se inserta.
En este sentido, el proyecto de la Carta General de Brasil de 1922 fue central
para los objetivos de expansión y consolidación del poder republicano a través de la
difusión de una imagen de nación cohesionada, armoniosa e integrada, sin espacios
vacíos ni “rezagos”, territorialmente unida y demarcada bajo la autoridad del
gobierno. Es gracias a de ella que Brasil podría situarse junto a las naciones
“civilizadas”, insertado en el sistema capitalista mundial como una nación moderna,
científica y soberana. Por lo tanto, los conflictos inherentes al proceso de
construcción de la nación debían quedarse fuera. Entre ellos, la cuestión de las
fronteras interestatales es destacada como un gran obstáculo para la realización de
los ideales de unidad nacional.
Al cuestionar las líneas fronterizas de la Carta, la revista A Informação Goyana
señaló cómo los intereses divergentes y externos a la producción de la Carta
pasaran a formar parte de su construcción, obstaculizando las intenciones
homogeneizadoras y centralizadoras del gobierno federal en la producción de una
imagen del país.
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Así, entender las controversias presentes en el proceso de construcción de una
representación cartográfica de la nación es también entender las disputas de esta
nación. Como afirma John Brian Harley (2002), el mapa no es un espejo de la
realidad, no es posible encontrar en él lo que se está representando tal y como es en
realidad. Sin embargo, es en la observación de su proceso de construcción donde
podemos encontrar rastros de la realidad en la que se produjo y buscó representar.
Brasil buscó mediante de la Carta General imprimir una imagen del país y, en
cierto modo, se hizo. Esta imagen, sin embargo, debe verse en el proceso de
producción cartográfica y no en su producto final. Y lo que vemos está más cerca de
los enfrentamientos y las disputas que impregnan el ejercicio del poder en el pacto
federativo que de la armonía, la centralización y la homogeneidad que desean sus
productores.
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Revista Redes 59 – ISSN 1851-7072
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Artículo recibido el 9 de agosto de 2022
Aprobado para su publicación el 15 de julio de 2024