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, VOL. 26, Nº 50, BERNAL, JUNIO DE 2020, PP. 21-51
INCLUSIÓN Y DESARROLLO SOCIAL EN LA AGENDA
Y LOS PLANES DE CIENCIA, TECNOLOGÍA
E INNOVACIÓN DE BRASIL Y URUGUAY
(2003-2015)*
Gabriela Cirino
**
/ Amílcar Davyt
***
RESUMEN
Se pretende contribuir a la reflexión sobre cambios y continuidades de las
políticas de ciencia, tecnología e innovación () en América Latina, bus-
cando entender los efectos de la introducción, en las prácticas políticas
recientes, de modelos que vinculan la  con los problemas de inclusión
y desarrollo social. Para ello, se analizan comparativamente las experiencias
de generación de planes estratégicos de  de Brasil y Uruguay en el perío-
do 2003-2015. Luego de presentar las principales concepciones teóricas
sobre políticas , se analizan las formas en que se aborda el tema de la
inclusión y el desarrollo social en los estudios, propuestas, planes y estra-
tegias nacionales de  en cada país. Se analizan, después, los instrumen-
tos de política y presupuestos implementados en el período. Finalmente,
se comparan ambos procesos, destacando las similitudes y diferencias
detectadas. Se concluye que el contexto político favorable para la incorpo-
ración del tema de  para la inclusión y el desarrollo social, propiciado
por la asunción de gobiernos progresistas y la incorporación en sus agen-
* Este artículo es parte del trabajo de la tesis “Inclusión y desarrollo social en las políticas
de ciencia, tecnología e innovación de Brasil y Uruguay. Un estudio comparado”, con la
que se obtuvo el título de Magíster en Estudios Contemporáneos de América Latina de la
Facultad de Ciencias Sociales, Universidad de la República. La tesis se realizó con el apoyo
de una beca de maestría de la Agencia Nacional de Investigación e Innovación ().
** Departamento de Trabajo Social de la Universidad de la República (Uruguay). Correo
electrónico: <cirinoga@gmail.com>.
*** Unidad de Ciencia y Desarrollo de la Facultad de Ciencias, Universidad de la
República (Uruguay). Correo electrónico: <amilcardavyt@gmail.com>.
doi: 10.48160/18517072re50.12
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das de dichos temas como fundamentales, no fue suficiente para consoli-
dar una política efectiva y duradera en la materia, más allá de su
incorporación en el discurso, en documentos oficiales y en planes de
ambos gobiernos.
 :   –     –
  –   
INTRODUCCIÓN
Es bastante aceptada entre especialistas del campo de estudios sociales y
políticos de la ciencia y la tecnología, la idea de que los modelos de políti-
cas de ciencia, tecnología e innovación () prevalecientes en América
Latina en las últimas décadas se han ido modificando desde una concepción
orientada a la competitividad y la creación de capacidades básicas en cien-
cia y tecnología, hacia la consideración del papel que estos elementos pue-
den jugar en relación a los problemas de inclusión y desarrollo social (Velho,
2011; Casas et al., 2014).
La relación entre cambio tecnológico e inclusión social se ha conver-
tido en un tema de debate académico y objeto de políticas públicas de
desarrollo en la última década (Thomas et al., 2015: 2). Diversos orga-
nismos internacionales –, , – se han preocupado por la temá-
tica y comenzado a promover líneas de acción en relación al abordaje de
problemas sociales a través de políticas de ciencia y tecnología. Muchos
gobiernos de la región han comenzado a incluir estrategias y programas
en esta dirección.
Una característica de la mayoría de los países latinoamericanos es la con-
solidación de marcos jurídicos para ; esto se da en varios de ellos en la
década de 1970 pero presentan un nuevo impulso luego del 2000, en vin-
culación a la asunción de gobiernos progresistas
[1]
y a la importancia que
[1] Concepto por medio del cual históricamente se designó desde la izquierda marxista a
los programas y las prácticas constitutivas de los gobiernos y las fuerzas sociales y políticas
socialdemócratas, populistas nacional-populares que buscaban reformar al capitalismo
introduciendo dosis de intervención y regulación estatal y de redistribución de la riqueza
(Gaudichaud et al., 2019: 9). Lanzaro (2008) define a algunos de estos gobiernos latinoa-
mericanos de inicios del siglo  como socialdemocracia criolla, aludiendo a que se empa-
rentan con fórmulas políticas de las experiencias socialdemocráticas tardías europeas.
Presentan un fuerte grado de institucionalización y vínculos estrechos con el movimiento
sindical, sufrieron procesos de moderación de sus posturas e ideología hacia el centro del
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estos le atribuyen a la  como elemento dinamizador de las políticas eco-
nómicas y sociales (Casas et al., 2014).
Se pretende aquí aportar al debate sobre cambios y continuidades de
las políticas de ciencia, tecnología e innovación en la región, para enten-
der la introducción en la práctica política de modelos que vinculan la 
con los problemas de inclusión y desarrollo social. Para arribar a este obje-
tivo, se realiza un estudio comparado de dos países de la región, Brasil y
Uruguay, analizando las experiencias de generación y consolidación de
estrategias y planes de  en ambos países en el período 2003-2015, así
como los instrumentos de política y los presupuestos derivados. Se busca
aportar a la comprensión de estos procesos mediante el análisis de sus
semejanzas y diferencias, con el fin de obtener aprendizajes para formular
futuras políticas.
A pesar de ser bien diferentes en términos generales, los países seleccio-
nados comparten la característica de haber introducido los temas de inclu-
sión y desarrollo social en sus agendas de  a principios de este siglo, con
la asunción de gobiernos progresistas.
En primer lugar, se presentan brevemente los aspectos conceptuales de
los cuales se parte para el análisis: las principales concepciones teóricas sobre
políticas de ciencia, tecnología e innovación, diferenciando entre los mode-
los clásicos, sistémicos y los matices que adquieren estos modelos en el con-
texto latinoamericano.
Luego se analiza, por un lado, la creación y consolidación de la deno-
minada Política de Ciencia y Tecnología para el Desarrollo Social ()
en Brasil, con la creación de la Secretaría Nacional de Ciencia y Tecnología
para la Inclusión Social () y los documentos, planes y leyes que impul-
saron su creación. Por otro lado, se analizan los principales documentos que
guían el proceso de consolidación del Plan Estratégico Nacional en 
() para Uruguay. Finalmente, se establece una comparación entre
ambos procesos, destacando la forma en la cual es introducido y conside-
rado el tema de la inclusión y desarrollo social.
Las consideraciones finales intentan, en última instancia, contribuir al
perfeccionamiento de la futura elaboración e implementación de políticas,
programas e instrumentos de  para la inclusión y desarrollo social en
nuestros países.
espectro político y pasaron a actuar en sistemas democráticos efectivos y competitivos,
aceptando las restricciones políticas y económicas impuestas por el sistema capitalista
imperante (Lanzaro, 2008).
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POLÍTICAS DE CIENCIA, TECNOLOGÍA E INNOVACIÓN Y SU
VINCULACIÓN CON EL DESARROLLO Y LA INCLUSIÓN SOCIAL
El desarrollo científico-tecnológico, como fenómeno que incide en los pro-
cesos de inclusión / exclusión social, puede jugar un rol fundamental en el
análisis de una estrategia para la resolución de los problemas sociales que
afectan hoy a los países latinoamericanos (pobreza, desigualdad social, des-
empleo, etc.). La producción de alimentos, vivienda, energía, transporte,
para la inclusión de grandes grupos humanos que hoy se encuentran exclui-
dos implica una preocupación por la orientación que se le puede imprimir
al desarrollo de políticas de  en la región (Albornoz et al., 2015: 6).
Para analizar estas políticas, realizamos una distinción entre los modelos
conceptuales lineales de mediados de siglo pasado, los sistémicos, desarro-
llados a partir de la pasada década de 1980 y lo que identificamos como
abordajes conceptuales recientes en  desde América Latina. Enfatizamos
en las características e implicancias para el desarrollo de políticas de  de
estas concepciones.
El modelo lineal se desarrolla a partir de la Segunda Guerra Mundial,
cuando se empieza a dar gran importancia a las relaciones entre el avance
de la ciencia y la tecnología y sus posibles beneficios y contribuciones al
cambio económico y social. Esto se tradujo en el impulso de las primeras
políticas científicas”, tanto en países industrializados como en periféricos
(Albornoz, 2007).
La  surgida en la posguerra se desenvuelve basada en un concepto
de “modelo lineal”: de la investigación básica a la aplicada, al desarrollo
experimental y a la innovación tecnológica; por último, al crecimiento y
desarrollo económico y social. Se comienzan a ejecutar políticas con el foco
puesto en el desarrollo de la investigación y la formación de recursos huma-
nos, lo que se llamó política centrada en la oferta o política ofertista
(Herrera, 1973).
Este modelo lineal se basa en el concepto de autonomía de la ciencia
con respecto a los procesos sociales; se extrapola a los países en desarrollo
una imagen neutral y lineal del desarrollo científico y el modelo normativo
de ella derivado.
En la década de 1970 comienza a abandonarse la visión del investigador
con total autonomía y se empieza a considerar la necesidad de dirigir la
ciencia hacia intereses de desarrollo nacional. Se sigue concibiendo de for-
ma lineal la relación entre ciencia y tecnología, pero se pone énfasis en la
demanda y no en la oferta de conocimiento. Se deja de entender a la cien-
cia básica como impulsora de la tecnología y pasa a ser el mercado y las
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necesidades de los usuarios los que impulsan el desarrollo científico (Velho,
2011: 7). Además, se entiende necesario un papel más activo de la sociedad
en la determinación de la orientación de la ciencia y la tecnología.
A partir de la década de 1980, la noción de que la innovación y el pro-
greso técnico son resultado de un conjunto complejo de relaciones entre
actores que producen, distribuyen y aplican varios tipos de conocimiento,
en una manera sistémica, es fuertemente promovida por la Organización
para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (, ). Esta con-
cepción se vuelve el marco predominante de las políticas  desde finales
de dicha década y se funda en trabajos empíricos que mostraban la natura-
leza contingente y socialmente localizada de los hechos científicos y enten-
dían a la ciencia como construcción social (Velho, 2011).
Se postula una innovación que tome en cuenta el sistema diverso de
actores en el que se produce. Se evita su aislamiento de las otras actividades
sociales y económicas, ya que se entiende como un proceso social e interac-
tivo en un entorno social sistémico (Jonhson y Lundvall, 1994). En él, dife-
rentes organizaciones –instituciones de  y de educación, empresas,
usuarios, el Estado– determinan conjuntamente la intensidad y la dirección
del cambio tecnológico (Lundvall, 1992).
En el marco de estos enfoques se desarrollaron diversos modelos expli-
cativos de la relación -sociedad. Todos ellos enfatizan en la necesidad de
interacción entre los diversos actores del proceso de producción del cono-
cimiento científico, compartiendo la idea de que la trama social influye en
la concepción y producción del conocimiento, y no solo en su utilización.
Además, explicitan de diferentes maneras que la concepción del conoci-
miento científico y tecnológico como determinante para el crecimiento
económico lleva, por un lado, a generar cambios en la organización interna
de la ciencia y, por otro, a la transformación de las relaciones entre la cien-
cia y otras esferas como la económica y política, cambiando a su vez las
relaciones entre ciencia, tecnología y sociedad (Arancibia, 2017: 17-18).
A principios de este siglo surge la preocupación académica sobre las posi-
bilidades del vínculo entre  y desarrollo e inclusión social en América
Latina, producto de la constatación de las persistentes dificultades para gene-
rar procesos de desarrollo, los problemas de desigualdad en la región (,
2014) y el descreimiento, de una parte de la comunidad académica, en la
hipótesis que relaciona de manera lineal ciencia, tecnología e innovación con
crecimiento económico y su consecuente derrame hacia el desarrollo social.
De esta forma, diversas corrientes coinciden en impugnar (con matices)
la posibilidad de que el vínculo entre desarrollo económico e inclusión
social se produzca de forma automática en el contexto latinoamericano.
26 GABRIELA CIRINO / AMÍLCAR DAVYT
Estas corrientes concuerdan en rechazar la hipótesis de que el papel funda-
mental y exclusivo de la  en el desarrollo es colaborar a revertir la brecha
estructural de productividad entre los países y de la existencia de un auto-
matismo en el vínculo entre ciencia, tecnología e innovación, crecimiento
económico y reversión de la exclusión social (Alzugaray et al., 2013: 32).
En este marco, gana peso la afirmación que sostiene que la  puede y
debe contribuir a revertir la exclusión social, así como reducir la pobreza y
la desigualdad en las sociedades latinoamericanas. Así, se despliega un con-
junto de propuestas teóricas que dan lugar a distintos proyectos y redes de
investigación nacionales e internacionales. Es posible identificar, en princi-
pio, tres enfoques conceptuales influyentes en el contexto latinoamericano
contemporáneo sobre estos aspectos.
La concepción de “innovación inclusiva” desarrollada por algunos
organismos internacionales (, , ), que colocan en sus dis-
cursos la exclusión social, se centra en la necesidad de inclusión en el mer-
cado de las personas pobres por la vía de la producción y el acceso al
consumo (, 2013).
La propuesta de “sistemas de innovación socialmente orientados”, de
Judith Sutz y colaboradores de la Universidad de la República (Uruguay),
plantea que el principal motor de la exclusión social son las asimetrías basa-
das en conocimiento y propone para su superación una noción sistémica
en la que participarían diversos actores de forma articulada, procurando
vincular necesidades y oportunidades técnicas para contribuir a la reduc-
ción de las formas de la desigualdad (Sutz, 2010).
Por último, un tercer enfoque conceptual es el de tecnología social, que
cuenta con dos orientaciones. Una de ellas es desarrollada por Renato
Dagnino y sus colaboradores de la Universidade Estadual de Campinas
(Brasil), y la otra por Hernán Thomas y su equipo de la Universidad
Nacional de Quilmes en Argentina. Este enfoque se centra en las potencia-
lidades de cambio social que presenta el desarrollo de experiencias tecnoló-
gicas inclusivas, que deben contar con la participación de movimientos y
organizaciones sociales desde su concepción.
En cuanto a la comprensión de las políticas , existe un relativo acuer-
do entre estas diversas posturas teóricas en las limitaciones de su concepción
actual, que las restringe a objetivos de crecimiento y competitividad econó-
mica, inhibiendo su posible aporte a otras áreas del desarrollo. Sin embar-
go, hay diferencias en la profundidad y radicalidad de los cambios
propuestos según el enfoque teórico, desde críticas frontales a la interpre-
tación normativa de los principios de la economía de la innovación (enfo-
ques , principalmente el concepto de tecnología social), a una combinación
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de objetivos que permitan una complementación y maximización entre
metas sociales y metas de crecimiento económico (enfoque de organismos
internacionales).
Las experiencias recientes de los países de la región que han incorpora-
do en el discurso de sus políticas de  la cuestión de la inclusión social
constituyen un valioso campo de análisis, ya que permiten observar cómo
se traducen en la práctica las distintas concepciones teóricas sobre el desa-
rrollo  y sus vínculos con los procesos de exclusión/inclusión social.
POLÍTICAS DE CIENCIA, TECNOLOGÍA
E INCLUSIÓN SOCIAL EN BRASIL
Luego de la victoria del Partido de los Trabajadores () en las elecciones
presidenciales de 2002, hubo una fuerte orientación por parte del gobier-
no, en especial por impulso del presidente Luiz Inácio Lula da Silva, para
que todas las áreas formaran parte de la estrategia de combate al hambre y
la pobreza (Bresser-Pereira, 2007).
El  comienza a llevar a cabo políticas sociales y redistributivas impor-
tantes que estrechan sus vínculos con los sectores excluidos del mercado de
trabajo (Sader, 2009: 97). Se implementó un modelo de mayor participa-
ción del Estado en la economía, planteándose una “nueva estrategia de
desarrollo” que presentó algunas continuidades con la política económica
del gobierno anterior de Fernando Henrique Cardoso; aportó, no obstante,
rasgos distintivos en lo que respecta a la implementación de políticas indus-
triales y de infraestructura, así como cambios en materia de política social.
De esta forma entran en la agenda política los temas de exclusión social.
Su materialización se dio a través del programa Fome Zero (Hambre Cero,
que luego pasaría a convertirse en estrategia gubernamental) y de las polí-
ticas de inclusión asociadas a este.
En el área de ciencia y tecnología, la orientación de combate al hambre
y la pobreza se vio reflejada en la creación de nuevos espacios instituciona-
les, en el destino de recursos y en la priorización de temas para la inclusión
social (Fonseca, 2009: 14).
A pesar de la continuidad de algunos aspectos en la política económica
del gobierno liberal de Fernando Henrique Cardoso, la introducción de
cambios incrementales en las políticas sociales y de desarrollo generaron
una alteración parcial en el pacto político que sustentaba al gobierno, pro-
duciendo una presión que permitió la introducción del tema de ciencia y
tecnología para el desarrollo social en la  brasilera (Fonseca, 2009: 8).
28 GABRIELA CIRINO / AMÍLCAR DAVYT
Autores como Dagnino (2007), Fonseca (2009) y Dias (2012) consideran
que la política de ciencia y tecnología para el desarrollo social () pudo
ser creada debido a que entró en la agenda sin desequilibrar de manera rele-
vante el balance de fuerzas existente, el contenido general y la orientación
tradicional de la  brasilera.
El camino hacia la estrategia nacional de ciencia, tecnología e innovación
El Plan Plurianual del Ministerio de Ciencia y Tecnología () 2004-2007
tuvo por objetivo inaugurar una estrategia de largo plazo basada en la inclu-
sión social y la desconcentración de la renta con crecimiento (ambiental-
mente sustentable) del producto y del empleo (, 2004).
En los años precedentes a la aprobación del  se realizaron diversos
debates entre parte de la comunidad de investigación, órganos estatales
(Ministerio de Ciencia y Tecnología, ; Consejo Nacional de Desarrollo
Científico y Tecnológico, q; Financiadora de Estudios y Proyectos,
; Centro de Gestión y Estudios Estratégicos, ) y , articulados
por la Academia Brasilera de Ciencias y por el Instituto de Tecnología Social
(), instituto del tercer sector que promociona la tecnología social y asis-
tiva en Brasil. A partir de estos debates surgen dos grupos de trabajo; uno,
Ciencia, Tecnología y Tercer Sector, tenía por objetivo elaborar propuestas
de articulaciones entre el tercer sector y el . El otro grupo creado fue
Tecnología para el Desarrollo Social en noviembre de 2002, del cual surge
la propuesta de creación de una secretaría del  que actúe en los temas
relacionados a la inclusión y el desarrollo social (Dias, 2012: 163).
La Secretaría Nacional de Ciencia y Tecnología para la Inclusión Social
() fue creada, en junio de 2003, como órgano responsable de “apoyar
programas y proyectos que tengan por objetivo común la utilización de la
ciencia, la tecnología y la innovación como puertas de acceso de la pobla-
ción más pobre del país a los beneficios del progreso” (, 2007: 108).
Surge por la concepción del gobierno federal de que no es posible el desa-
rrollo sin inclusión social y por las presiones de los diversos actores vincu-
lados al tercer sector, junto con los actores tradicionales de la  brasilera
(comunidad de investigación y burocracia estatal). Entre estos actores invo-
lucrados, el grupo de  que se articula y presiona en torno a la creación
de la  no participaba hasta entonces activamente de la elaboración de
la . La articulación de actores públicos, del tercer sector, comunidad de
investigadores y burocracia estatal, en el marco de esta política, constituye
una novedad. De acuerdo a Dias (2012), la articulación entre actores inte-
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resados en influenciar la  se constituye en un paso fundamental en el
sentido de reorientar el patrón de la política. La conquista de espacio en
el juego político de esta nueva coalición de actores (comprometidos con
las luchas sociales) debe ser entendida en el contexto de consolidación de las
bases democráticas del país. Esos grupos habían sido silenciados por el auto-
ritarismo en la dictadura militar y recién pasaron a conquistar espacios en
el gobierno de Lula da Silva (Dias, 2012: 169).
Un actor relevante en las etapas iniciales de estas transformaciones es la
Red de Tecnología Social (), que nucleaba a un conjunto de  y movi-
mientos sociales vinculados con experiencias de tecnologías para la inclu-
sión social en distintos estados del país. El proceso que llevó a la creación
de la  tiene varios orígenes, entre los cuales pueden marcarse la creación
del Instituto de Tecnología Social en el 2000 por parte de las  y la crea-
ción de la Fundación del Banco de Brasil () por parte del gobierno
(Fonseca, 2009). La creación de la  comenzó a ser debatida por distintos
actores que luego la integraron en el marco de la segunda edición del
Premio Fundación Banco de Brasil de Tecnología Social (lanzado por la
) en 2003. Allí, a partir del impulso del gobierno, se promovieron reu-
niones con diferentes instituciones, estimulando el debate y la articulación
de los actores sociales (Fonseca, 2009). En un primer momento participa-
ron de la : la , el , la /, la , el Centro Avanzado de
Tecnologías Sociales del Instituto Ayrton Senna, la empresa Petróleo
Brasilero S.A (Petrobras) y el Servicio Brasilero de Apoyo a las Pequeñas y
Medianas Empresas ().
En aquel momento el  definió, como objetivo de la Política de
Ciencia y Tecnología para el Desarrollo Social (), lo siguiente:
Identificar, articular y apoyar las demandas locales, territoriales y regionales
de tecnologías sociales, con el objetivo de apoyar y financiar la investiga-
ción, innovación y extensión que contribuya para la inclusión social de las
poblaciones más vulnerables a la pobreza en el proceso de desarrollo y
reducción de las desigualdades regionales (, 2007: 58).
En el momento de creación de la  (2003) no hubo una elaboración
explícita de una política o un plan; sin embargo, es posible identificar lo
que fue la política a través de los programas y proyectos implementados y
los discursos sobre el tema. Recién en el año 2004, con el Plan Plurianual
2004-2007aparece un plan de acción estructurado en la materia. Esto se
debe a que los planes plurianuales son elaborados en el primer año de
gobierno para los cuatro años siguientes; por tanto, el primer plan del
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gobierno de Lula da Silva fue elaborado durante el 2003 para su ejecución
entre 2004 y 2007 (Fonseca, 2009: 16).
Es importante resaltar que para la elaboración de este plan de acción y
de los siguientes ( 2007-2010 y  2012-2015) se utilizó la herra-
mienta participativa de las conferencias nacionales de . Esta herramienta
no surge en el período analizado, sino que la primera edición fue en 1985,
cuando se crea el , y la segunda en 2001, durante el gobierno de
Fernando Henrique Cardoso (cuando comienza a promoverse la participa-
ción de las  y organizaciones sociales en el proceso decisorio). La herra-
mienta es retomada y modificada por los gobiernos de Lula da Silva: se
celebran la tercera y la cuarta Conferencia, en 2005 y 2010 respectivamen-
te, con el fin de ofrecer a la sociedad un espacio democrático donde mani-
festarse sobre propuestas y aspiraciones para el sector (Livro Azul, 2010).
Estas conferencias y sus instancias preparatorias permitieron la partici-
pación de diversos actores sociales en la discusión de temas y prioridades
de la  en Brasil; por tanto, constituyeron un importante aporte para
ampliar la concepción de la importancia de la  para el desarrollo del país
y propiciar el involucramiento de otros actores organizados de la sociedad
civil a la discusión sobre estos temas. Sin embargo, la comunidad académi-
ca siguió representando la mayoría de participantes en los referidos debates
(Arbix, 2010; Serafim y Dagnino, 2011; Pereira y Escada, 2012).
Si bien la participación de organizaciones sociales a partir de la segunda
Conferencia Nacional de Ciencia y Tecnología se consideró un paso ade-
lante, fue incipiente y restringida a la lógica ofertista lineal de  (Serafim
y Dagnino, 2011). Un ejemplo de esto es que gran parte de las orientacio-
nes de los ejes de la  fue determinada por el Consejo Nacional de
Ciencia y Tecnología ()
[2]
que estuvo compuesto por cuatro comisiones
específicas (una por cada eje estructurante de la ) en las que existió
escasa presencia de las organizaciones de la sociedad civil vinculadas a estos
temas. En el caso del último eje, el referido al tema de este trabajo: comi-
sión de acompañamiento en  para el desarrollo social, estuvo coordina-
do por el presidente del Forum de Secretarios Municipales de  y un
representante de la .
[3]
Además, contaba con dos representantes del
Consejo Nacional de Secretarios Estaduales para asuntos de ciencia, tecno-
[2] Órgano consultivo de asesoramiento superior del presidente de la República para la
formulación e implementación de la política nacional de ciencia, tecnología e innovación,
creado por ley N° 9.257, el 9 de enero de 1996.
[3] , empresa brasilera de desarrollo de tecnologías de comunicación por fibra óptica
y transmisión digital, fundada en 1989.
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logía e innovación (),
[4]
por la Confederación Nacional de las
Industrias (), representantes del Forum de Secretarios Municipales de
,
[5]
por la Empresa Brasilera de Investigación Agropecuaria ()
[6]
y por el Ministerio de Salud. No existió representación de organizaciones
de la sociedad civil.
Pereira y Escada (2012) destacan la participación del Instituto de Tec-
nología Social, la Red de Tecnología Social, la Fundación Banco de Brasil
y otras organizaciones no gubernamentales en las conferencias naciona-
les, para impulsar una  orientada al desarrollo social. Sin embargo, se
vislumbra una desigualdad en el acceso al poder decisorio en la , con
hegemonía de concepciones basadas en la universalidad y neutralidad de
la ciencia, detentadas por la comunidad académica (Serafim y Dagnino,
2011). Esta comunidad mantuvo desde la institucionalización de la 
brasilera, en la década de 1950, el control sobre la agenda, siendo el actor
dominante a lo largo de toda su trayectoria. La burocracia estatal fue per-
diendo fuerza como actor en estas políticas desde la década de 1980 por las
políticas neoliberales hacia la estructura estatal; las empresas también pier-
den fuerza como actor influyente en la política a partir de esa época. Mien-
tras la comunidad académica mantiene su incidencia, y aun hegemonía, las
demandas de movimientos y organizaciones sociales están poco represen-
tadas o no tienen fuerza suficiente para ocupar una posición privilegiada
en el proceso de toma de decisiones y en la propia agenda de la . Los
resultados de esas instancias decisorias se reflejan claramente en los planes
y en la creación de una secretaría () con acciones difusas y de poco
peso en el marco de los lineamientos de la  general (Dias, 2012: 173).
La Red de Tecnología Social, formada en 2004 con cerca de 900 actores
entre organizaciones de la sociedad civil, instituciones académicas, organis-
mos gubernamentales y empresas públicas, es un ejemplo inédito de alianza
para la reorientación de la agenda de ciencia y tecnología de un país latino-
americano hacia fines sociales y de fuerte participación de la sociedad civil
[4] , entidad privada sin fines lucrativos fundada en 2005 con la finalidad de
representar a las secretarias de Ciencia y Tecnología.
[5] Conformado en 2001 es un órgano que intenta articular las secretarias municipales y
establecer relaciones con órganos del gobierno estadual y federal en relación a los temas de
ciencia, tecnología e innovación.
[6] , institución estatal federal pública brasilera vinculada al Ministerio de
Agricultura, Ganadería y Abastecimiento fundada en 1973. Sus objetivos son desarrollar
tecnologías, conocimiento e información técnicas y científicas para la agricultura y la
ganadería brasilera.
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organizada,
[7]
con presencia en las conferencias nacionales para la elabora-
ción de la  (Serafim y Dagnino, 2011; Pereira y Escada, 2012).
El plan de acción en ciencia, tecnología e innovación 2007-2010
En 2007, durante el segundo gobierno de Lula da Silva, se lanzó un Plan
de acción para el período 2007-2010, “Ciencia, Tecnología e Innovación
para el Desarrollo Nacional”, subordinado al Plan Plurianual del gobierno
federal (); su elaboración estuvo orientada por las conclusiones de la III
Conferencia Nacional de Ciencia y Tecnología (, 2007).
Este plan marcaba la importancia de que la producción de conocimien-
to científico-tecnológico estuviera al servicio de una estrategia más amplia
orientada al desarrollo económico y la solución de los problemas sociales
del país. Para llevar a cabo este objetivo, el plan se estructuraba en cuatro
ejes orientadores: uno horizontal, de carácter estructural, y tres ejes verti-
cales. El primero apuntaba a consolidar el sistema nacional de ciencia, tec-
nología e innovación, promoviendo la mejora de la infraestructura, el
fomento a la investigación y la formación de recursos humanos. Los ejes
verticales eran: promoción de la innovación tecnológica en las empresas;
investigación, desarrollo e innovación en áreas estratégicas y ciencia, tecno-
logía e innovación para el desarrollo social (Dias, 2012: 146).
El primer eje establecía un vínculo entre las actividades de  y las prio-
ridades de la política industrial, tecnológica y de comercio exterior (),
lanzada en 2004 por el gobierno federal con el objetivo de fortalecer la base
industrial brasilera. El segundo eje vertical tenía la finalidad de concretar
los objetivos estratégicos nacionales por medio de programas que apunta-
ban a la soberanía del país en las áreas espacial, nuclear y las ligadas a la
Amazonia. El tercer eje apuntaba a estimular la inclusión y el desarrollo
social con el apoyo de ciencia, tecnología e innovación (Dias, 2012: 147).
La IV Conferencia Nacional de  fue el núcleo del debate público
organizado por el gobierno luego de finalizado el Plan de Acción en  en
2010. Dicho debate sobre las prioridades nacionales en la materia, surgió
a partir del análisis de necesidades del sector identificadas por un grupo de
expertos coordinado por el Ministerio de Ciencia y Tecnología, con la idea
de dar continuidad y profundidad a las acciones establecidas en el Plan de
[7] Del total de organizaciones que integraron la , más de 500 eran organizaciones
sociales o no gubernamentales y más de 100 instituciones privadas. La financiación
provenía de diversos organismos públicos (, 2011: 3).
33
REDES
, VOL. 26, Nº 50, BERNAL, JUNIO DE 2020, PP. 21-51
Acción ( ). La IV Conferencia se realizó en mayo de 2010 en Brasilia
con una duración de tres días, fue precedido por varias reuniones estatales
y municipales, además de foros de discusión en todo el país que sirvieron
como espacios para identificar las principales cuestiones y temas abordados
en el evento de nivel nacional. En dichos espacios participaron, además de
representantes de la academia y organismos estatales, organizaciones de la
sociedad civil y los movimientos sociales, fundamentalmente agrupados en
la  e instituciones no gubernamentales como el Instituto de Tecnología
Social. Ese proceso culminó con la elaboración de la Estrategia Nacional de
Ciencia, Tecnología e Innovación () 2012-2015, que fue aprobada en
2012 y se basó en el Plan de acción 2007-2010.
Siguiendo a Pereira y Escada (2012: b52), quienes realizaron una inves-
tigación mediante la utilización de técnicas de observación participante,
estas conferencias (realizadas a nivel estadual, regional del nordeste y nacio-
nal) si bien habilitaron la participación de nuevos actores de la sociedad
civil organizada en los aspectos de ciencia y tecnología para el desarrollo,
siguieron en mayor medida un modelo tradicional de alfabetización cien-
tífica de los ciudadanos, reservando un lugar privilegiado a los especialistas
que informan al público sobre los resultados y potencialidades de la ,
con escasa apertura a recoger opiniones y demandas de los participantes
para la definición de la política.
La Estrategia Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación (2012-2015)
La Estrategia Nacional  (2012-2015) mencionaba, como principales
desafíos a ser enfrentados en el período, la reducción del desfasaje científico
y tecnológico que separa a Brasil de los países más desarrollados; la expan-
sión y consolidación del liderazgo brasilero en la economía del conocimien-
to de la naturaleza; la ampliación de las bases para la sustentabilidad
ambiental y el desarrollo de una economía de bajo carbono; la consolida-
ción del nuevo modelo de inserción internacional del Brasil; y la superación
de la pobreza y la reducción de las desigualdades sociales y regionales (,
2012: 33-39).
La  para el Desarrollo Social –que incluía la popularización de la
, la mejora de la enseñanza de las ciencias, la inclusión productiva y
social y las tecnologías para las ciudades sustentables– fue planteada como
uno de los sectores portadores de futuro para los que se establecían pro-
gramas prioritarios. Entre ellos también se encontraban: tecnologías de la
información y la comunicación, fármacos y complejo industrial de salud,
34 GABRIELA CIRINO / AMÍLCAR DAVYT
petróleo y gas, complejo industrial de defensa aeroespacial y nuclear,
innovación en biotecnología y nanotecnología, economía verde en lo que
refiere a energía renovable, biodiversidad y cambio climático (,
2012: 54-86).
En  para el Desarrollo Social estaban previstos los siguientes subgru-
pos de programas, dentro de Tecnologías para la Inclusión Social: programa
de innovación en tecnología asistiva, inclusión digital, centros vocacionales
tecnológicos y mejora de la gestión (, 2012: 110-112).
Dos apreciaciones importantes surgen en este punto: primero, que los
programas que se incluyen dentro de Tecnologías para Inclusión Social
refieren en gran parte a cuestiones vinculadas con la inclusión digital (cen-
tros vocacionales tecnológicos y mejora de la gestión) y con la inclusión de
personas en situación de discapacidad (tecnología asistiva).
Segundo, las prioridades de la política explícita siguen estando fuerte-
mente vinculadas a la mejora de la competitividad y las metas económicas,
quedando subordinados a estas los aportes que la  puede realizar a la inclu-
sión y desarrollo social. Además, estos aportes quedan expresados, la mayor
parte de las veces, en términos de ampliación del acceso por parte de la
población a nuevos conocimientos y tecnologías, quedando la noción de
inclusión social relacionada a  vinculada a las ideas de “transferencia”,
diseminación” y “acceso” al conocimiento.
Por otro lado, analizando la concepción del vínculo entre desarrollo 
e inclusión y desarrollo social en el documento, parecería primar un enfo-
que determinista tecnológico de estos procesos, en el cual se le asigna un
rol central al desarrollo científico y tecnológico como responsable y capaz
de promover por sí solo la inclusión y el desarrollo social. Este concepto se
basa en la idea de que la tecnología es el motor de los cambios sociales, eco-
nómicos e históricos (Dagnino, 2008: 31), respondiendo al imaginario
colectivo de un amplio sector de la población de que la ciencia y la tecno-
logía son liberadoras en sí mismas y que el desarrollo científico-tecnológico
se presenta como una “mejoría real, inexorable y efectiva en todos los aspec-
tos de la vida humana” (Bazzo, 2011: 93). En este sentido, en la  se
afirma que:
Siendo la innovación y el conocimiento los motores de la política de desa-
rrollo, es esencial que la diseminación de nuevos conocimientos y nuevas
tecnologías y métodos sean capaces de ampliar el acceso de la población a
nuevos bienes y servicios, y que generen mejorías concretas para la colecti-
vidad, disminuyendo las desigualdades sociales existentes (, ,
2011: 28).
35
REDES
, VOL. 26, Nº 50, BERNAL, JUNIO DE 2020, PP. 21-51
Estas concepciones de supremacía de la ciencia y la tecnología en su articu-
lación con la inclusión social se refuerzan a lo largo de todo el documento,
haciendo énfasis en los efectos transversales de la  en la actividad econó-
mica, la conservación de los recursos naturales y a su capacidad de elevar
los patrones de vida de la población brasilera a partir de su creciente incor-
poración al proceso productivo (, 2011: 33).
Instrumentos, programas y presupuesto en la pctds (2004-2010)
En el período analizado se encuentra una diversidad de programas e ins-
trumentos dentro de la Secretaría de Ciencia, Tecnología e Innovación
para la Inclusión Social () del Ministerio, divididos en dos grandes
áreas: Popularización de la  y Desarrollo de Tecnologías para la inclu-
sión social.
En el período 2004-2010, que va del comienzo de la  hasta la fina-
lización del Plan de Acción 2007-2010, en la primer área mencionada se
abren cuatro programas y en la segunda ocho, que contaron con una rela-
tiva continuidad. Este período es el único para el cual se encontraron datos
de presupuesto invertido en las diversas fuentes consultadas, por tanto se
tomara como referencia para el análisis comparativo.
La diversidad de programas en el  brasilero puede estar relacionada
con la existencia de una multiplicidad de actores sociales y políticos con
concepciones diferentes sobre exclusión/inclusión social, presentes en la
disputa de poder de la  brasilera, tal como señala Dias (2012), que lle-
van a la creación de instrumentos diferentes con diversas orientaciones.
Se incluyen dentro de esos programas aspectos agropecuarios, de desa-
rrollo local y regional, de inclusión digital, de seguridad alimentaria, de ciu-
dadanía y de discapacidad, entre otros. Esta imprecisión en relación con los
instrumentos aplicados lleva a perjudicar la concreción del objetivo mayor
de creación y difusión de conocimientos para el desarrollo social, diluyendo
esfuerzos en otros temas que no corresponden directamente con el objetivo
o que ya son atendidos por otros programas y fondos en la órbita de otros
ministerios (es el caso claro de las acciones de inclusión digital, ejecutadas
en varios ministerios simultáneamente y sin coordinación) (Dias, 2012).
En cuanto al presupuesto ejecutado, tomando como base un estudio
realizado por Pimentel y Cavalcante (2012), en el período 2003-2010 el
total de recursos destinados al tercer eje vertical de los cuatro del , el
que se relaciona con los objetivos de este trabajo representa el 5.6% del total
del presupuesto del  para el período (1.075 de 19.059 millones de
36 GABRIELA CIRINO / AMÍLCAR DAVYT
dólares de 2010). Esto muestra la baja prioridad asignada a estos temas en
el presupuesto nacional de .
Se observa una importante fluctuación en el presupuesto asignado en
cada año para esta política, registrándose el punto más alto en 2005 con una
inversión que corresponde al 9,2% del total ejecutado por el  y el pun-
to más bajo en el año 2003, representando el 0,2% del presupuesto total.
La situación analizada hasta este punto se vio modificada en los últimos
años, a partir de la asunción en 2016 del presidente Michel Temer, con la
decisión de fusionar el Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación con
el de Comunicaciones y reunir a la Secretaria de Ciência e Tecnologia para
Inclusão Social () con la Secretaria de Políticas e Programas de Pesquisa
e Desenvolvimento (). Según Natal y Alvim (2018: 84), a partir de
esta fusión, entre otros aspectos, se dejó de priorizar la popularización y
difusión de la  y de relacionarla con la inclusión social. Aunque no hay
demasiada información rigurosa al respecto, estas acciones de fusión de
estructuras parecen implicar un cierto retroceso en las políticas de  en
general, y en particular en las vinculadas a inclusión social.
Figura 1. Presupuesto ejecutado en mct por eje de actuación
(en millones de dólares)
0
500
1.000
1.500
2.000
2.500
3.000
2003 2004 2005 2006 2007 2008 2009 2010
Eje horizontal: “Expansión
y consolidación del SNCTI”
Eje vertical I
“Política industrial”
Eje vertical II “I+D+i
en áreas estratégicas”
Eje vertical III “Inclusión
y desarrollo social”
Programas no clasicables
Fuente: Elaboración propia basada en datos de Pimentel y Cavalcante (2012).
37
REDES
, VOL. 26, Nº 50, BERNAL, JUNIO DE 2020, PP. 21-51
EL CAMINO HACIA UNA POLÍTICA DE ESTADO EN CTI EN URUGUAY
Previo a la asunción del primer gobierno progresista, en el año 2003, dife-
rentes actores, tanto políticos como académicos, comenzaron a discutir el
tema del desarrollo científico y tecnológico del país. La crisis económico-
social de 2002 golpeó duramente a esta área, paralizando los trabajos de
investigación y retrayendo los avances realizados en materia de innovación
empresarial, que se había intentado promover a partir de fines de la década
de 1980. Esto llevó al desarrollo de una creciente preocupación por parte
de los actores políticos respecto a ; se creó una comisión del Senado
sobre el tema, el Parlamento convocó a instancias de discusión, se creó el
denominado proyecto  en 2003 (que tuvo como objetivo elaborar
un programa de desarrollo para ), se redactaron varios anteproyectos de
ley y todos los partidos políticos comenzaron a incorporar el tema en sus
plataformas electorales (Rubianes, 2009: 194-195).
Del proyecto cientis a consultorías contratadas para un Plan
El proyecto  se desarrolló durante 2003 y constituyó el primer ante-
cedente de diagnóstico y propuestas políticas para el campo de la ciencia,
tecnología, innovación y sociedad. Fue convocado por un conjunto de acto-
res privados –casi 300 participantes, incluyendo académicos, políticos y
especialistas en la temática– y auspiciado por la Fundación Friedrich Ebert
en el Uruguay (). El documento en el cual culminó el proyecto men-
ciona una serie de problemas y potencialidades que constituyen el punto
de partida, en la época, en ciencia y tecnología, además de la elaboración
de criterios y aportes para la creación de una política nacional de ciencia y
tecnología.
A partir de esta experiencia, se comienzan a consolidar en Uruguay trans-
formaciones conceptuales que se venían dando con mayor fuerza desde la
década de 1980 a nivel mundial: se desarrolla, a nivel discursivo, un enfoque
de  asociado a modelos sistémicos, interactivos y con participación de
actores sociales, en un intento de superación de los enfoques lineales.
Otro antecedente de discusión fue un estudio sobre la situación y pers-
pectivas de la  en Uruguay, realizado por un grupo de investigadores del
campo ciencia, tecnología, sociedad y desarrollo en 2004, financiado por
el . De él se derivó una publicación más extensa y detallada de la
Universidad de la República, “Ciencia, tecnología e innovación en Uruguay:
diagnóstico, prospectiva y políticas” (Bértola et al., 2005).
38 GABRIELA CIRINO / AMÍLCAR DAVYT
A partir de estos documentos, el Gabinete Ministerial de la Innovación
()
[8]
planteó las bases, punto de partida y algunos lineamientos estraté-
gicos que pretendieron servir de referencia para la discusión entre los diver-
sos agentes, tanto públicos como privados, vinculados a , con la finalidad
de llegar a acuerdos y consensos en torno al contenido de un Plan Estratégico
Nacional que se elaboraría a partir de este proceso. Este documento, publi-
cado en 2007 bajo el nombre Bases y principales lineamientos del ,
plantea como premisa un modelo de desarrollo basado en el conocimiento,
en el cual la innovación entendida como la creación y uso de nuevos cono-
cimientos, productos, procesos, bienes, servicios, herramientas y formas de
organización, cumple un rol central.
La innovación aparece fuertemente vinculada, en las visiones del ,
con la creación de capacidades para la competitividad de las empresas y la
generación de las condiciones adecuadas para ello. La inclusión social es
introducida como parte de estas condiciones necesarias para que la compe-
titividad internacional, que “demanda el mundo moderno”, pueda llevarse
a cabo y sostenerse en el tiempo. Como último elemento de la estrategia de
fomento a la  es planteada “la integración social ante el riesgo cierto
de seguir agudizando los procesos sociales de exclusión vinculados a las nue-
vas modalidades que imprime la irrupción de las nuevas tecnologías sobre
el mundo del trabajo y la convivencia social” (, 2007: 4).
A partir de la difusión de los lineamientos básicos para la discusión del
 por parte del Gabinete Ministerial en diciembre de 2007, la
Universidad de la República aprobó un documento que intentaba dar res-
puesta a esa propuesta. Allí se plantea, como una de las principales suge-
rencias, la necesidad de realizar diagnósticos y de utilizar el conocimiento
acumulado por los especialistas en las diferentes temáticas para elaborar un
Plan Nacional de Ciencia y Tecnología acorde con los problemas y necesi-
dades del país.
Tomando en consideración estos comentarios, el Gabinete encomendó
la contratación de nueve consultorías que fueron desarrolladas durante el
período 2008-2009 por técnicos de reconocida capacidad. Siete de ellas
corresponden a sectores prioritarios establecidos para fomentar la investi-
gación e innovación (agroindustrial, energético, biotecnológico, salud,
turismo, medio ambiente, tecnologías de la información y comunicación)
[8] Creado en 2005, integrado por el director de la Oficina de Planeamiento y Presupues-
to y los ministros de Educación y Cultura; Economía y Finanzas; Ganadería, Agricultura
y Pesca; e Industria, Energía y Minería, debía liderar el proceso de construcción de políticas
públicas en investigación e innovación.
39
REDES
, VOL. 26, Nº 50, BERNAL, JUNIO DE 2020, PP. 21-51
y las dos restantes fueron de corte sistémico: redes de innovación público-
privadas e innovación e inclusión social. Además de estas consultorías, se
contrató un estudio con el fin de sintetizar el conjunto de los aportes sec-
toriales en un único texto (, 2010).
Se puede destacar que el tema de la innovación para la inclusión social
es planteado no como un área específica más de intervención, sino como
un componente transversal del plan en elaboración. Esta perspectiva se ve
ampliamente reflejada en la consultoría que sintetiza y profundiza el con-
junto de aportes de las consultorías sectoriales, “Ciencia, tecnología e
innovación en Uruguay” finalizada en abril de 2009, cuyo informe
final se convierte en el documento base para la estructura y propues-
tas que contendrá el  aprobado luego.
En el primer capítulo del informe se presenta su perspectiva global, y
una de las premisas fundamentales es “partir de una concepción integral del
desarrollo en la que la equidad y el desarrollo son elementos de una misma
moneda”. Se alude a la necesidad del aporte de la investigación e innova-
ción al crecimiento con equidad. Esto implica la combinación e interacción
de políticas macroeconómicas, políticas de desarrollo productivo y políticas
sociales orientadas a la eliminación de diversas formas de discriminación
mediante inversión en capital humano y construcción de capital social
(Bianchi y Snoeck, 2009: 6).
Luego se establece el marco conceptual en el que se apoyará el ,
planteando dos enfoques complementarios: a) Enfoque macro: integración
dinámica entre sectores económicos: consiste en “abarcar las capacidades
de innovación en el sistema productivo como un todo, de manera de poten-
ciar las ventajas de complementariedad y los procesos de sinergia”; plantea
el concepto de Sistema Nacional de Innovación como base, entendiendo
que la interacción entre sectores y los diferentes actores que intervienen en
su desarrollo “genera complementariedades y externalidades positivas que
son esenciales para mejorar la productividad y la competitividad de una
economía”; b) Enfoque social: el aporte a la equidad social desde la inves-
tigación: se plantea la idea de contribuir a resolver los problemas de pobreza
y exclusión social desde las actividades de , partiendo de reconocer que
la intensificación en conocimiento de la economía no acarrea automática-
mente una reducción de la desigualdad, sino que muchas veces se produce
el efecto contrario, exacerbándose mediante estos avances la polarización
social y la inequidad (Bianchi y Snoeck, 2009: 12-15).
La centralidad dada a la vinculación entre el desarrollo científico-tec-
nológico y los procesos de inclusión/exclusión social queda evidenciada a
lo largo del documento y principalmente en su marco conceptual de base,
40 GABRIELA CIRINO / AMÍLCAR DAVYT
lineamientos estratégicos y objetivos principales. El tercer objetivo general
de la propuesta refiere directamente a esta temática, “Desarrollar capaci-
dades y oportunidades para la apropiación social del conocimiento y la
innovación ‘inclusiva’”. A su vez, este objetivo se divide en tres subobjeti-
vos; a) la generación y aplicación de conocimientos para la resolución de
problemas sociales y la inclusión social, b) la divulgación de los avances
científico-tecnológicos favoreciendo la apropiación social del conocimien-
to por parte de los ciudadanos y c) el fomento del espíritu emprendedor
de niños y jóvenes mediante programas de popularización de la ciencia y
tecnología.
La importancia asignada a la divulgación y popularización de  den-
tro de este objetivo es notoria, está presente en dos de los tres subobjetivos
planteados. Sin embargo, cuando se desarrolla este punto en el capítulo
referido a “Desafíos estratégicos a nivel sectorial”, se le asigna mayor rele-
vancia a los aspectos referidos a la contribución del  a la resolución
de problemas sociales mediante la generación de conocimiento endógeno.
El enfoque en el que se basan los objetivos de política desarrollados en
este documento sobre la relación entre  y equidad social intenta superar
la visión orientada únicamente a la reducción de los impactos negativos de
los cambios tecnológicos, mediante la promoción de políticas orientadas a
aprovechar las capacidades de investigación e innovación para la resolución
de problemas de equidad social, haciendo énfasis en la vinculación entre las
demandas surgidas de los problemas presentes en la vida cotidiana y las
soluciones que pueden brindarse desde la producción de conocimiento
científico-tecnológico (Sutz, 2008).
El Plan Estratégico Nacional de cti 2010-2030
El largo proceso de discusión y elaboración de propuestas en torno al rum-
bo de la  en Uruguay culmina con la aprobación, mediante decreto pre-
sidencial del 27/02/2010, del Plan Estratégico Nacional de Ciencia,
Tecnología e Innovación para el período 2010-2030.
El documento aprobado parece, en principio, una versión resumida del
informe final de consultoría realizado en 2009. Sin embargo, cuando se
refiere a áreas estratégicas prioritarias hay algunas diferencias. Se establece
una distinción entre sectores productivos y sociales, áreas tecnológicas
intensivas en conocimiento y desarrollo de capacidades de base. Marca tres
niveles de priorización: el primero involucra a sectores “intensivos en cono-
cimiento” o “tecnologías transversales”, el segundo refiere a la formación y
41
REDES
, VOL. 26, Nº 50, BERNAL, JUNIO DE 2020, PP. 21-51
desarrollo de capacidades de base, y el tercero son los núcleos de problemas
relacionados con sectores productivos y sociales.
A lo largo del texto del Plan no se encuentra ninguna alusión a la inclu-
sión social como área de problemas a abordar, a diferencia de la consultoría
previa. Al igual que en el informe final de consultoría, el tema aparece como
el tercero de los cinco objetivos del 
[9]
(“desarrollar capacidades y
oportunidades para la apropiación social del conocimiento y la innovación
“inclusiva”), pero en este caso se sustituyen los problemas referidos a la
inclusión social por el área de problemas de “educación y desarrollo social”,
estableciendo un carácter más amplio a la categoría y al tipo de problemas
que ella puede incluir.
Los principales actores que participaron en el proceso de discusión y
elaboración del plan fueron actores gubernamentales, académicos y asesores
técnicos de organismos internacionales, fundamentalmente del . Este
aspecto, sin dudas, imprimió características particulares al documento. La
asesoría y cooperación técnica de este organismo tuvo fuerte relevancia en
el proceso debido a que la elaboración del plan se enmarca en una serie de
transformaciones institucionales de la  incluidas bajo el eje estratégico
“Uruguay Innovador” del gobierno de Tabaré Vázquez que fueron finan-
ciadas en su mayoría por préstamos de dicho organismo.
Luego de las consultorías temáticas contratadas, se realizaron talleres
para discutir los resultados de cada tema. En el área de inclusión social el
taller de discusión de resultados estuvo a cargo de los especialistas en cien-
cias sociales que realizaron la consultoría y asistieron alrededor de veinte
expertos académicos sin registrarse participación de otros actores
sociales.
Es pertinente mencionar que el Plan Estratégico es de carácter muy
general, no llegando al planteo de acciones y herramientas específicas
mediante las cuales sea posible alcanzar los objetivos propuestos para cada
sector. Esto deja un margen de acción muy amplio para las instituciones
encargadas de la ejecución de los programas, proyectos y acciones tendien-
tes a la concreción práctica del Plan.
[9] Obj. 1: Consolidar el sistema científico y tecnológico y su vinculación con la realidad
productiva y social. Obj. 2: Incrementar la competitividad de los sectores productivos en
el escenario de la globalización. Obj. 3: Desarrollar capacidades y oportunidades para la
apropiación social del conocimiento y la innovación “inclusiva”. Obj. 4: Formar y capacitar
los recursos humanos requeridos. Obj. 5: Desarrollar un sistema de prospectiva, vigilancia
y evaluación tecnológica y de evaluación de políticas públicas e instrumentos de  (/
, 2010: 10).
42 GABRIELA CIRINO / AMÍLCAR DAVYT
Instrumentos y presupuesto ejecutado en el marco del pencti
para inclusión y desarrollo social
En la Agencia de Investigación e Innovación () uruguaya para el perío-
do 2010-2015, se desarrollaron tres instrumentos relacionados con la eje-
cución del : Programas de Investigación de Alto Impacto Social,
Fondo de Inclusión social y Popularización de la Ciencia y la Tecnología.
Desde 2011 hasta finalizar el período analizado solamente hubo convoca-
torias y presupuesto permanente para el instrumento de Popularización de
la ; los restantes fueron esporádicos, con mayor regularidad el de Alto
Impacto Social (2008-2010), mientras que el de Inclusión Social, orien-
tado en realidad a la discapacidad física y mental –que podría ser vincula-
do a otras áreas de intervención del Estado– contó con una única edición
en 2009 donde se financiaron solamente cuatro experiencias y no se volvió
a abrir una nueva convocatoria desde esa fecha. En 2016, luego de seis
años de discontinuidad del instrumento de Alto impacto Social, se realizó
una convocatoria a un nuevo instrumento, “Proyectos de Innovación
Inclusiva” () que presenta objetivos muy similares.
Existen otras acciones a nivel estatal que abordan temas vinculados a
la  para la inclusión social, como desarrollo tecnológico para la agri-
cultura familiar o inclusión digital, pero no se encuentran bajo la órbita
de la  como agencia estatal ejecutora del , ni se relacionan con
sus objetivos. Esto denota una imprecisión y falta de articulación y coor-
dinación a nivel Estatal de instrumentos diversos relacionados con la
temática.
Tal como se observa en la figura 2, la inversión en instrumentos de
inclusión social tiene su punto más alto en el año 2009, ascendiendo al
4,4% del total ejecutado por la  en ese año. Esta cifra se debe a la imple-
mentación simultánea de tres instrumentos: Alto Impacto Social, Fondo de
Inclusión social y Popularización de la . El resto de los años la inversión
no llega al 3% y en la mayoría no alcanza el 1%.
SIMILITUDES Y DIFERENCIAS ENTRE PAÍSES
Se analiza a continuación las principales similitudes y diferencias entre la
experiencia brasilera y la uruguaya en cuanto a la elaboración de planes de
, en particular a la vinculación entre  e inclusión social y su inser-
ción en la agenda de la , así como los programas e instrumentos desa-
rrollados y sus presupuestos.
43
REDES
, VOL. 26, Nº 50, BERNAL, JUNIO DE 2020, PP. 21-51
La primera de las similitudes encontradas es que el impulso para la ins-
talación de los temas de inclusión social en la agenda de la  de ambos
países estuvo enmarcado en sus respectivos gobiernos progresistas. La pro-
blematización realizada por los gobiernos de Lula da Silva, desde 2003, y
Tabaré Vázquez, desde 2005, que identifica a los fenómenos de exclusión
social y desigualdad como un problema público que requiere una interven-
ción inmediata, en el marco de una agenda política más amplia tanto del
Partido de los Trabajadores () como del Frente Amplio (), fue funda-
mental en ambos casos para que fuera posible su inserción en la agenda
política de la  de estos temas.
Este escenario político se produce en el marco del denominado “giro a
la izquierda” en América Latina, que responde al fracaso de las reformas
neoliberales aplicadas en la región en la década de 1990 a partir del
Consenso de Washington. Estas reformas, lejos de lograr propiciar mayores
niveles de desarrollo, se convirtieron en factores que profundizaron la diná-
mica de la crisis y empeoraron los problemas de exclusión social y pobreza
en los países sudamericanos que las implementaron (Lechini et al., 2008).
Las nuevas autoridades gubernamentales consideraron la conveniencia
que propiciaba este nuevo contexto político para plantear objetivos de desa-
rrollo e inclusión social en la , haciendo coincidir el discurso de estas
políticas con los planteamientos de índole social que eran la base de los pro-
gramas de estos gobiernos (Arancibia, 2017: 132).
Figura 2. Porcentaje asignado por programa anii (2008-2016)
0
0,5
1
1,5
2
2,5
3
3,5
4
4,5
5
2008
2009
2010
2011
2012
2013
2014
2015
2016
% Sobre total ejecutado ANII
(ININ)
Alto impacto social
Inclusión social
Popularización
Fuente: Elaboración propia basada en la información disponible en<https://www.anii.org.uy/institucional/
documentos-de-interes/>.
44 GABRIELA CIRINO / AMÍLCAR DAVYT
Otro aspecto a considerar en la inserción de estos temas en las agendas
gubernamentales son los procesos que se llevaron a cabo para la elaboración
de los planes nacionales en ambos países. Considerando la relevancia de la
participación social para generar procesos de inclusión y cohesión, se
entiende fundamental la presencia de procesos participativos y deliberativos
en la toma de decisiones sobre estos temas. En los dos países analizados se
constata un acercamiento a procesos participativos en la elaboración de los
planes nacionales de , abriéndose espacios de consulta y participación.
Se constata como característica compartida en ambos países los meca-
nismos consultivos moderados en la elaboración de planes y programas que
no incluyen de forma protagónica a otros actores “no tradicionales” de la
. Sin embargo, en el caso de Brasil se constató una relativa apertura a
la incorporación de nuevos actores (aunque de forma un poco marginal)
tales como organizaciones no gubernamentales () y movimientos socia-
les, proceso que no se registró en Uruguay.
Es pertinente comparar las características y el grado de prioridad que
adquiere la  para la inclusión social dentro de los planes o estrategias
generales para el área, fruto de los procesos de discusión y elaboración
antes mencionados. En el caso de Brasil encontramos, en el Plan de Acción
2007-2010, que la  para el desarrollo social es establecida como una de
las cuatro prioridades estratégicas a nivel nacional (Prioridad Estratégica
). Si bien se establece una orientación hacia la enseñanza de ciencias y la
popularización de la , también se incluyen los aspectos de producción
y distribución de tecnologías e innovaciones orientadas a las problemáticas
sociales. Así se conforman las dos líneas de acción propuestas para llevar a
cabo este objetivo: Popularización de la  y mejora de la Enseñanza de
Ciencias, por un lado, y Tecnologías para el desarrollo social por otro.
Se observa, sin embargo, prioridad asignada a tres temas considerados
como centrales en la Política de  para el Desarrollo Social: Centros
Vocacionales Tecnológicos, Inclusión digital y Difusión y Popularización
de la Ciencia. Queda en un segundo plano la producción tecnológica
orientada a solucionar problemas de inclusión y desarrollo social, no inclui-
da específicamente dentro de las metas, pero sí en las líneas de acción más
generales.
Por tanto, no se percibe un cambio estructural de orientación del para-
digma vigente de la , ya que los temas que implicarían un cambio de
las lógicas hegemónicas de producción de conocimiento (desarrollo de tec-
nologías sociales) fueron introducidos de forma general y en una posición
marginal frente a otros asuntos considerados fundamentales, no compro-
metiendo las jerarquías tradicionales de la política.
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La anterior afirmación no implica no considerar que la inclusión de
estos temas entre los objetivos nacionales de la  es un hecho de relevan-
cia, al colocarlos en la agenda pública para su consideración a nivel discur-
sivo y ejecutivo; esto era inexistente en las planificaciones previas a 2004.
Lo mismo puede decirse de la apertura a la participación, aunque incipiente
y moderada, de nuevos actores sociales en los procesos de planificación que
habilitaron esta inserción temática.
En la experiencia de Uruguay estos temas también se introducen como
prioridades generales y amplias, sin delimitar metas específicas, lo cual difi-
culta la evaluación de los resultados de la aplicación de las políticas en rela-
ción a las metas planteadas.
En el  se estableció como quinto principio rector el desarrollo de
“innovaciones” sociales y se introdujo como tercer objetivo general del plan
el desarrollo de capacidades para la apropiación social del conocimiento y
la innovación inclusiva.
En cuanto a la concepción teórica que está en la base de los documen-
tos, el caso brasilero puede enmarcarse en la perspectiva de la “economía
del conocimiento”, donde el cambio tecnológico y la innovación serían los
motores que hacen posible la expansión y el crecimiento económico del
país. A través de los documentos oficiales se promueve una visión de forta-
lecimiento de las capacidades de  con el fin de convertirse en potencia
científica, tecnológica e innovadora. También desde una concepción de sis-
tema nacional de innovación () se le otorga un peso importante a la
innovación empresarial. Se promueve, de esta forma, desde la planificación
en  una articulación estrecha con la política industrial.
En ambos países se explicita la necesidad de impulsar un desarrollo
intensivo en conocimiento frente a una estructura productiva con gran peso
de la producción de commodities.
En el caso uruguayo, por su parte, se encuentra además, en lo que res-
pecta específicamente a inclusión social, una fuerte influencia del enfo-
que de sistemas de innovación socialmente orientados. Mientras que, en
la  brasilera, la noción de inclusión social vinculada a  se presen-
ta equiparada a las visiones de “transferencia”, “diseminación” y “acceso
al conocimiento.
En este aspecto, en los planes de Uruguay prima una lógica similar de
desarrollo tecnológico para la resolución de problemas de inclusión social,
donde se propone generar y aplicar conocimientos desde los ámbitos acadé-
micos y técnicos para la resolución de estos problemas, contemplando a las
poblaciones afectadas por los mismos solo en el momento de identificación
de la demanda. No se plantea, por tanto, la posibilidad de participación de
46 GABRIELA CIRINO / AMÍLCAR DAVYT
estos actores, que serán beneficiados por las soluciones tecnológicas propues-
tas, en el proceso de elaboración.
En cuanto a los instrumentos de política que responden a los objetivos
de  para la inclusión y el desarrollo social, se encuentran diferencias con-
siderables entre ambos países.
En el caso brasilero está presente una amplia diversidad de programas e
instrumentos con esta orientación dentro de la Secretaría de Ciencia,
Tecnología e Innovación para la Inclusión Social () del Ministerio de
, desde su origen en 2004. Mientras tanto, en Uruguay es posible encon-
trar, en el período 2008-2016, tres instrumentos, relacionados con la eje-
cución del Plan Estratégico a nivel nacional, por la agencia correspondiente
del Estado (Agencia Nacional de Investigación e Innovación, ) que no
presentan continuidad en todo el período.
La diversidad de programas presentes en el  brasilero puede estar rela-
cionada con la existencia de una diversidad de actores con concepciones dife-
rentes sobre exclusión/inclusión social presentes en la disputa de poder de la
. Dicha diversidad genera una cierta imprecisión en los contenidos de los
instrumentos, aludiendo a diversos temas y con distintas orientaciones.
En comparación con la diversidad de temas abordados por los instru-
mentos en el caso de Brasil dentro de la , en Uruguay el abanico es
mucho más restringido. Es decir, en la  uruguaya no se encuentra esa
misma imprecisión en los instrumentos pero si un número muy escaso de
instrumentos que se aplican con regularidad. La discusión llevada a cabo
para la elaboración del , así como la posterior implementación de
los instrumentos de política, no dieron lugar ni se relacionaron a la gene-
ración de una red de actores trabajando en el tema, ni al desarrollo de otras
experiencias dentro de organismos estatales o en articulación con la socie-
dad civil, a diferencia de lo ocurrido en Brasil.
En relación a los montos financieros invertidos en estos programas, se
constata la escasa inversión realizada con esta orientación en el marco de la
política general de  en ambos países. Sin embargo, la diferencia en inver-
sión brasilera con respecto a la uruguaya es considerable, promediando el
6% del presupuesto anual del  en todo el período analizado, lo cual
representa aproximadamente el doble de la cifra para Uruguay, que en todo
el período no llega a superar el 3% del presupuesto total de .
Por tanto, en la experiencia brasilera la voluntad política, fuertemente
ligada a la prioridad que representaban estos temas en el programa del ,
además de la mencionada vinculación con la sociedad civil, se hace más
evidente que en el caso uruguayo en el desarrollo e implementación de estos
instrumentos.
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CONSIDERACIONES FINALES
En el presente trabajo se abordó un análisis específico del actual desarrollo
de un nuevo campo de acción de las políticas de ciencia, tecnología e inno-
vación o, dicho de otra manera, de la nueva orientación de tales políticas,
que introduce y da mayor énfasis a los temas de inclusión y desarrollo
social, en su agenda política y, por derivación en planes y programas de .
Este análisis se particularizó en la situación de Brasil y Uruguay a partir
de la asunción de los gobiernos progresistas de este siglo, mediante un estu-
dio comparado. De esta manera, se analizó la introducción de los temas de
inclusión y desarrollo social en la agenda de política pública y en los planes
y/o estrategias nacionales de ciencia, tecnología e innovación (así como en
documentos que dan origen y sustento a los mismos) en ambos países.
Se pudo constatar que el contexto político favorable para la incorpora-
ción del tema de  para la inclusión y el desarrollo social, propiciado por
la asunción de gobiernos progresistas y la incorporación en sus agendas de
dichos temas como fundamentales, no fue suficiente para consolidar una
política efectiva en la materia, más allá de la inclusión en el discurso, en los
documentos oficiales y en los planes de ambos gobiernos.
Se encontraron similitudes y diferencias considerables entre ambos paí-
ses. Como similitudes se encuentra, en primer lugar, el propio punto de
partida: el contexto político favorable para la inserción de estos temas deter-
minado por la asunción de gobiernos de perfil político progresista en ambos
países (Partido de los Trabajadores y Frente Amplio, respectivamente),
como condición de alguna manera necesaria. Por otra parte, en ambos paí-
ses se da un acercamiento a procesos participativos y deliberativos en la ela-
boración de planes o estrategias nacionales de , aunque con la diferencia
de que en el caso brasilero este tipo de procesos se da de forma más amplia
y con participación de organizaciones sociales además de los actores clási-
cos que discuten sobre estas políticas (técnicos del Estado y académicos, a
veces representantes del medio productivo).
Como derivación de los elementos anteriores, en ambos países se
encuentra una alta prioridad asignada a estos temas en los objetivos gene-
rales de los planes y estrategias nacionales efectivamente aprobados. Sin
embargo, en relación al contenido de esos objetivos encontramos algunas
diferencias: en Brasil se alude, en los documentos, a acciones y temas espe-
cíficos, y en Uruguay la formulación del contenido del Plan es más general,
dificultando la medición de resultados.
Por otro lado, las concepciones teóricas de base que orientan los planes
en los aspectos específicos de inclusión social son diferentes. En el caso de
48 GABRIELA CIRINO / AMÍLCAR DAVYT
Uruguay se constata un sustento teórico vinculado a la perspectiva de sis-
temas de innovación socialmente orientados. Mientras tanto, en el caso de
Brasil, en lo que respecta al tema específico de inclusión social, no se
encuentra sustentación conceptual vinculada a los enfoques teóricos desa-
rrollados en la región.
En cuanto a los instrumentos y montos financieros invertidos en ellos,
se constata una escasa inversión en ambos países pero la cifra relativa inver-
tida en el marco de la  brasilera es de aproximadamente el doble en
promedio que la inversión realizada en Uruguay.
Si bien no corresponde al período comprendido por este trabajo, es per-
tinente mencionar que en los últimos años, a partir de la asunción del pre-
sidente Temer en 2016, se produjeron cambios considerables en estos
aspectos como la fusión de la  con la  y sus implicancias en cuan-
to a la priorización de los temas de popularización de la  e inclusión
social (Natal y Alvim, 2018: 84).
En suma, para que la producción de conocimiento científico y tecnoló-
gico esté efectivamente al servicio de estrategias de desarrollo e inclusión
social, no alcanza con la incorporación de nuevos actores al proceso deci-
sorio de la  (tal como se dio en la experiencia de Brasil), llevando a la
inclusión del tema en la agenda y los planes. Es preciso ir más allá, promo-
viendo un cambio en la racionalidad de los actores dominantes para incre-
mentar su compromiso con estos temas, un cambio más global en la
orientación de la política de .
Para que se produzca un cambio en la conceptualización, el enfoque y
el marco de la  fuertemente vinculado al desarrollo social incluyente es
necesario un cambio en el paradigma de la política pública y la conexión
explícita con estrategias de desarrollo (Sagasti, 2011). Por tanto, es necesa-
ria una nueva agenda de política  fuertemente vinculada al desarrollo
inclusivo (Bortagaray y Gras, 2013: 8).
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Artículo recibido el 22 de octubre de 2019.
Aprobado para su publicación el 30 de abril de 2020.